Jone Berriozabal | Nueva presidenta del Araba buru batzar (ABB)

«No hay heridas en el partido, no he vivido el proceso como algo trágico»

- ¿Pensaba que iba a tener un camino más sencillo hasta la presidencia del ABB?

- En los procesos internos en Álava es habitual que haya más de un candidato, así que lo he vivido con absoluta naturalidad.

- ¿Por qué cree que surgió un rival en esa carrera?

- Eso no es algo que yo deba responder. Tendrán que hacerlo aquellas personas que promovieron esa candidatura. Creo que en un partido vivo y democrático no hay ningún problema en que así sea, y que podamos confrontar proyectos, programas y propuestas.

- Quienes impulsaron a Urtaran justificaban que fue porque el 'dedo' del partido le apuntó a usted.

- Es una afirmación que no tiene razón de ser.

- ¿No es la candidata oficialista?

- Soy una mujer afiliada hace 25 años al PNV, en quien confiaron 35 organizaciones municipales de todo el territorio en la primera vuelta. Ellos consideraron que me corresponde el reto de dirigir el partido en los próximos años. No me molesta que me vinculen con la dirección de los últimos años, al contrario. Ya tuve el honor de ser burukide en el ABB y ocupar la secretaría de 2016 a 2020. Estoy orgullosa de haber compartido trabajo y trayectoria con las personas que ahora abandonan la ejecutiva.

- Pero la tensión que se ha vivido hasta el último día ha sido enorme.

- Yo veo a Gorka Urtaran todos los días y hemos hablado de cuestiones de trabajo permanentemente, con total naturalidad.

- Ahora le tocará coser heridas.

- No hay heridas. Esta ha sido una fotografía de un momento concreto. Creo que seguimos teniendo un partido unido, aunque es natural que existan diferentes propuestas. Ni mucho menos lo vivo como algo trágico. Veo con alegría que tenemos una formación dinámica, que con un carácter constructivo quiere mirar al futuro. Yo tengo la intención de mantener esa unidad del partido, que es la que nos ha llevado a ser la primera fuerza del territorio, a tener una presencia institucional muy importante en el territorio, y así debe serlo.

- ¿Va a rodearse de personas de su cuerda o incorporará a quienes apoyaron a Urtaran?

- Siempre he considerado que quienes vayamos a liderar el PNV en los próximos años debemos ser personas de una nueva generación, que aun siendo jóvenes hemos tenido una trayectoria profesional e institucional, con capacidad de liderazgo y sobre todo con ilusión.

- ¿Cree que ese relevo puede acercarles a ese votante que últimamente ha optado por Bildu?

- Como formación que pretende la expansión de su proyecto político, creo que una nueva generación puede favorecer a entender mejor lo que nos está diciendo la sociedad alavesa y actuar en consecuencia. Hay que ser capaces de conectar bien y de hacer propuestas ajustadas a los problemas reales de la gente, las familias, las empresas, las industrias, el mundo asociativo, el tercer sector social... A esas personas nos dirigimos y queremos darles respuesta.

- En Vitoria pasaron de primera a cuarta fuerza en las municipales de 2023 y EH Bildu ganó en Álava en las autonómicas...

- Es una realidad que EH Bildu dibuja en estos momentos una tendencia al alza, pero tan cierto como eso es que estamos asistiendo a una transformación. En las últimas elecciones autonómicas fue difícil reconocer que eran la izquierda abertzale. Yo no les temo porque creo que tenemos un proyecto mucho más ajustado a lo que debe ser el futuro de Euskadi, en donde caben todos, que ni es radical ni populista. EH Bildu escondió en campaña aquellos temas que generan erosión y no hizo un planteamiento transparente ni sincero.

- Se han renovado las presidencias en los tres territorios, Pradales ha sustituido a Urkullu... ¿Qué debe pasar con Ortuzar?

- Él tendrá que hacer una reflexión sobre su futuro. Pero eso será en un proceso más adelante. Ahora no es momento para que yo me posicione. Ya daré mi opinión cuando corresponda en el Euzkadi buru batzar y obraré en consecuencia en mi asamblea municipal.

- Resultaría llamativo que se hayan renovado las tres presidencias territoriales del partido y que no haya cambios en el EBB.

- El Euskadi buru batzar es mucho más que su presidencia y seguro que hay una renovación en su conjunto. Puede haber renovaciones parciales, pero siempre es importante mantener el conocimiento, no hacer cambios radicales y que haya un punto de enganche y continuidad, esos eslabones que consiguen la grandeza del PNV.

- ¿Está de acuerdo con que los procesos internos del PNV deben modernizarse de alguna manera como le reclaman los críticos?

- Los estatutos del PNV establecen unos cauces de participación muy concretos. Fuera de lo que es propiamente un proceso electoral interno, tenemos que favorecer la generación de nuevos foros de diálogo y escucha. Tenemos que ser más ágiles en esa comunicación que las bases nos quieren hacer llegar para coger el pulso de esas organizaciones

- ¿Acaso creen que han perdido el pulso de la sociedad?

- Es difícil. Cada vez vivimos en una sociedad más individualista y hay menos participación en movimientos sociales. Hay que tratar de reconectar con esa gente manteniendo un diálogo permanente, teniendo antenas en esos colectivos que puedan enriquecer nuestras propuestas. Todos los partidos políticos, sin excepción, recibimos críticas. Pero en muchas ocasiones son de tipo constructivo para hacernos ver realidades que quizá no habíamos percibido hasta el momento.

- En su decálogo incluía crear una escuela de preparación a cargo público.

- Creo que nuestros concejales y alcaldes necesitan un acompañamiento. Nosotros siempre queremos presentar candidaturas en todos los municipios y tiramos de la buena disposición de la gente. Muchas son personas independientes que simpatizan con el PNV, que altruistamente y robando tiempo a sus familias y su ocio quieren ser la imagen y el altavoz de nuestro proyecto político. Creo que todas esas personas necesitan el respaldo. Para nosotros son los mejores embajadores y nuestro reflejo en todo el territorio, y creemos que deben ejercer todas esas tareas con la solvencia suficiente.

- Acompañamiento o respaldo se pueden confundir con tutela.

- Esto en absoluto tiene que ver con imponer criterios, sino en tratar de establecer una coherencia en todo aquello que hace el PNV en todo el territorio.

- ¿Cuál es su gran reto en los próximos cuatro años?

- La incorporación de la perspectiva de género, el impulso de la participación, el euskera... Creo que tenemos que buscar nuevos liderazgos en personas jóvenes capacitadas. No olvidemos que 2027 está ahí a la vuelta, tenemos unas elecciones municipales y forales y mi obsesión es llegar a conformar candidaturas en todo el territorio, a poder ser con gente renovada, ilusionada y con una proyección de futuro.

- ¿Eso puede interpretarse como que busca relevos para Ramiro González y Beatriz Artolazabal?

- No. Todavía queda mucho tiempo, pero tenemos que empezar a trabajar. No es momento ahora, que acabamos de terminar un proceso interno, de emprender una reflexión de tanto calado como tiene que ver con el diputado general del futuro o el Ayuntamiento de Vitoria. Queda mucho tiempo y seguro que acertaremos, la sociedad podrá verlo.

- ¿Fue un error relevar a Urtarán como candidato municipal en 2023?

- Esa decisión se adoptó por la ejecutiva, de la mano de la interjuntas de Vitoria y con la participación del propio Urtaran en base a los datos obrantes en aquel momento. No soy quien para valorar una decisión en la que no participé y, por lo tanto, la respeto profundamente.