«En los 90 se hablaba con más libertad e inocencia en la tele»
Álex García, Protagonista de 'El inmortal' (Movistar +) ·
El actor tinerfeño protagoniza 'El inmortal', una serie de ficción sobre 'Los Miamis', una famosa banda de 'narcos' madrileñaSaltó a la fama con su papel en 'Sin tetas no hay paraíso' y desde entonces Álex García (San Cristóbal de la Laguna, 1981) no ... ha parado de crecer. Movistar+ contó con él para la popular 'Antidisturbios' antes de la pandemia y, con esta ya entre nosotros, le confiaron el papel de 'prota' en 'El inmortal'. La nueva producción de la plataforma, rodada en discotecas cerradas por el covid, en la que encarna a José Antonio, una versión ficcionada de Álvaro López, el líder de 'Los Miamis', la banda de narcotraficantes que sembraba el terror en las noches del Madrid de los 90.
– Belén Cuesta dice que necesitaba que Bárbara Rey le aprobara su papel en la serie en la que la encarna, ¿a usted también le influye interpretar a una persona real?
– En mi caso, desde el principio he tenido claro que la intención era adaptar la historia real a la ficción. Era necesario, primero por nuestra salud, y segundo por la salud de la serie. Me documenté hasta el límite, desde un documental de Jesús Gil hasta verme Tómbola para hacerme una imagen completa de aquella época. Con todo eso había de sobra. Hoy, con Internet puedes hacer una radiografía casi de cualquier persona.
– ¿Y cómo han cambiado los medios y el país desde entonces?
– Se veían en la 'tele' cosas que eran brutales, pero pienso que a día de hoy siguen sucediendo. Vi mucho Tómbola y creo que el poco respeto de los medios a las vidas privadas ha ido a peor. Otra cosa es la libertad con la que se permitía la gente hablar. Hoy el invitado es muy consciente de que todo lo que se diga puede hacerse viral y puede tener después unos meses de horror. Antes se iba a la tele con una impunidad absoluta. Por ejemplo, las entrevistas a Ana Obregón me impactaron. En aquella época, ella era un espectáculo, hablaba con una libertad y una inocencia que hoy cuesta mucho verla.
– ¿Cree que los jóvenes van a alucinar un poco con esa época?
– Se podría pensar que sí, pero también es cierto que se ven tantas barbaridades en las ficciones actuales que siento que los jóvenes ya lo han visto todo. Les puede llamar la atención el mundo que vivieron sus padres. Pero la ficción ofrece ya una variedad tan grande... Aquí aportamos un toque de personalidad. Hablamos del Madrid de los 90 y de una banda que existió.
– Las drogas están presentes todo el rato, ¿qué usaban para simular que la consumían?
– Para la cocaína usábamos glucosa, que tampoco es buena. Aun así, nos cuidábamos mucho porque habían muchas escenas y yo tenía el que más. La glucosa se te quedaba ahí, te lloraban los ojos y era algo desagradable. En mi caso, si el plano me lo permitía, solo hacía el gesto, pero no me la metía porque es un horror.
– ¿Qué le diría a una persona que pueda pensar que esto es solo un 'Narcos' a la española?
– Es libre de pensarlo. Yo sé lo que hemos disfrutado y el respeto que hay en esta serie. Yo mismo he visto más allá de 'Narcos' muchas series de este tipo, primero porque me gustan, y luego para prepararme. 'Los Soprano', 'Romanzo Criminale', 'El año más violento'... Luego el espectador es inmenso y habrá quienes conecten y quienes no. Ahora hay una oferta impresionante y no te la juegas tanto. Y al ser tan global el producto cada vez tienes más posibles espectadores que conecten. En eso estoy tranquilo.
– Hay similitudes entre tu personaje de 'Sin tetas...' y este. Dos personas que caen en el mundo de las drogas por malas decisiones. ¿Ha sido para usted una vuelta a sus orígenes?
– Pues, mira, realmente no. Vamos cambiando constantemente. Ya no tengo que ver nada con aquel Álex que ya lo miro casi con ternura. Recuerdo la ilusión con la que iba cada día al set. Ahora voy con la misma ilusión y también madurez. Sabiendo lo que es verdaderamente importante en este trabajo y habiendo visto lo que es la vida y la profesión. Hay similitudes entre ambas series por la temática, pero el espectador apreciará que no tienen nada que ver.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión