González ultima una propuesta para pactar con la oposición unos nuevos presupuestos
PP y Elkarrekin emplazaron en diciembre al gobierno a retomar la negociación tras el 21-A. El diputado general dice que la prórroga no ha afectado a Álava
Álava funciona ahora mismo con el presupuesto prorrogado de 2023. El gobierno de la Diputación -que el PNV y el PSE conforman en minoría- retiró ... el 14 de diciembre su proyecto de cuentas ante la imposibilidad de lograr el apoyo de algún grupo de la oposición. La falta de entendimiento en el ámbito foral se atribuyó entonces por todas las partes a la cercanía de las elecciones autonómicas, aunque semanas después no fue impedimento para que socialistas y jeltzales suscribiesen un acuerdo con EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria. Tanto el PP como Elkarrekin emplazaron a Ramiro González a «seguir hablando» después de la cita con las urnas, mientras que la posibilidad de EH Bildu siempre pareció lejana.
Tras la 'resaca' por los comicios del 21-A y el posterior macropuente de San Prudencio, esa fecha ha llegado. Por eso, el ejecutivo alavés está preparando una nueva «propuesta» que «en breve» se trasladará a los grupos políticos para gestionar la prórroga con un mayor respaldo. González insistió ayer en que esta situación no está afectando al correcto desarrollo de los principales proyectos en Álava, pero es «interesante» retomar las conversaciones con el resto de partidos «si creemos en la gobernanza colaborativa».
«Lo hacemos tras las elecciones porque fueron los grupos de la oposición los que nos dijeron que aguardásemos a las autonómicas. Confío en que ahora no nos digan que esperemos a las europeas», ironizó en referencia a la cita electoral del próximo 9 de junio.
La posibilidad más sencilla 'a priori' sigue siendo Elkarrekin, pues ya rozaron el acuerdo en diciembre. La dirección autonómica de Podemos, con la mirada puesta en las elecciones vascas, fue quien rechazó de un plumazo el pacto que sus representantes en las Juntas Generales de Álava habían conseguido tras semanas de conversaciones, mientras otros socios de la coalición como Izquierda Unida (IU) daban su plácet. Tras el enorme varapalo del 21-A, la coalición morada ha desaparecido del Parlamento vasco y Sumar sólo logró un escaño así que se presupone que exista una mayor perceptividad.
Con el PP se buscó evitar la prórroga sobre la bocina. Pero en estos cinco meses han existido notables acercamientos, como el que supuso la vigente deflactación del IRPF, la subida en un 27,5% de las ayudas para casi 4.000 familias cuidadoras o medidas a favor de emprendedores. Puntos de concordia que invitan a creer que se ha reducido la enorme brecha que separaba al PNV y al PP hasta hace nada.
Sin imperiosa obligación
La tercera opción es EH Bildu. Es fácil pensar que pudiera ser la más factible si se toma como referencia al Ayuntamiento de Vitoria y a ese acuerdo de enero que propició un nuevo presupuesto. Pero en el Consistorio, el PSE (Maider Etxebarria) ostenta el poder y el ejecutivo foral está controlado por el PNV (Ramiro González). Y fue la puja entre jeltzales y soberanistas la que capitalizó las últimas elecciones vascas; un pulso que se mantendrá toda la legislatura.
No hay que perder de vista las evidentes aspiraciones del grupo que lidera Eva López de Arroyabe por ser la fuerza más votada del territorio en 2027. Sobre todo después de que hace menos de tres semanas la coalición independentista se impusiera por primera vez en la historia en las autonómicas en Álava. Además, en las Juntas, los abertzales defienden un proyecto casi antagónico al jeltzale en cuestiones como impuestos, desarrollo económico o servicios sociales.
En la Administración foral no parece existir una obligación imperiosa por cambiar su hoja de ruta. Aunque se abre a acuerdos puntuales que allanen la gestión política. Así lo evidenció ayer Ramiro González. «Podemos seguir gestionando el territorio a través de la prórroga presupuestaria, como se ha hecho durante estos meses en que la Diputación ha seguido funcionando con todos los proyectos que se han puesto en marcha. Pero creemos que siempre que resulte posible, es mejor contar con las fuerzas políticas de la oposición que quieran abordar un proceso de negociación», concluyó.
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