El Gobierno foral negocia con Podemos para evitar aprobar en solitario el presupuesto

El objetivo del Gobierno foral PNV-PSE es que Podemos quede al margen de la postura de EH Bildu y el PP, formaciones que estudian presentar una enmienda a la totalidad. Un gesto simbólico de desaprobación porque en ningún caso decaerán los presupuestos, que pueden darse por aprobados de antemano. A cambio de un apoyo o una abstención -como hará la formación morada en el Parlamento vasco- el Ejecutivo alavés estaría dispuesto a dar el visto bueno a propuestas del grupo liderado por Arantxa Abecia en materia social, medioambiental y de empleo. Estos, por su parte, reforzarían su papel de partido institucional al que aspiran también con el acuerdo alcanzado con el Gabinete Urkullu.

Ni el gobierno de Ramiro González ni los responsables de la formación morada ocultan los encuentros que están manteniendo en las últimas semanas para llegar al día 10 -fecha límite para presentar enmiendas- con un paquete de medidas que pueda salir adelante y garantice el apoyo por acción u omisión de los morados. En cualquier caso, jeltzales y socialistas no piensan ofrecer cheques en blanco y son intocables 'proyectos estrellas' como la reforma de Mendizorroza, la construcción del Auditorio o el Bus Eléctrico Inteligente (BEI), todos ellos criticados por Podemos.

Si bien los pactos de la pasada legislatura con el PP (2018) y EH Bildu (2016 y 2017) se contemplaron como una necesidad para que la Diputación dispusiese de un presupuesto, esta vez se ven influenciados por las negociaciones que tienen lugar lejos del Palacio foral. Podemos resulta indispensable en el Ayuntamiento de Vitoria, donde los guiños son constantes. Por ejemplo, el alcalde Gorka Urtaran destacó la oposición «responsable» del grupo liderado por Óscar Fernández y ahora estudia, al menos, la posibilidad de rehabilitar los pisos de Olárizu, como le reclamaban.