Gianluca quiere romper moldes en el Maratón Martín Fiz
A este niño de 12 años, que sufre parálisis cerebral, se le ha quedado pequeño su andador. Rodará 10 kilómetros para recaudar fondos y visibilizar su situación
A Gianluca le chifla bajar al parque a jugar al fútbol. Deja que su perrita Akay tire de él en sus paseos por la ciudad. ... O se mueve él solo del salón de casa a su dormitorio. Gianluca tiene doce años, sufre parálisis cerebral y su andador se le ha quedado pequeño. Este artilugio parecido a un esqueleto metálico le da la vida. Sobre él es autónomo. Le permite saborear las mismas experiencias que cualquier otro chaval de su edad. Como participar en un tramo del Maratón Martín Fiz.
El próximo 8 de mayo, fecha de la cita más importante del calendario trotero provincial, este vitoriano con necesidades especiales se presentará en la línea de salida. Para romper moldes, regalar sonrisas, visibilizar la situación de su colectivo y como broche a la campaña recién abierta para que su familia pueda comprarle un andador de mayor tamaño.
Correrá -o mejor dicho, rodará- diez kilómetros acompañado de su madre Patricia, de su vecino Txema e ideólogo del reto, y de más amigos. Lo explica mejor la progenitora. «Hacía tiempo que Txema quería correr un maratón con Gianluca. La oportunidad ha surgido ahora que necesita un andador. Con él va solo, le sujeta, fortalece sus músculos y le da autonomía total».
Media docena de bares de Vitoria ya cuentan con huchas para ayudar a este pequeño
Su precio no baja de los 5.000 euros. Las ayudas públicas se reducen a mil euros, sólo concedidas por la Seguridad Social. Para alcanzar el resto del dinero -«somos una familia normal»- y visibilizar a este colectivo, han iniciado una campaña solidaria, con la participación en la mediática carrera como colofón. Y de paso buscan romper moldes.
«Quiero hacer algo positivo, aparte de que Gianluca va a disfrutar ese día como el que más porque el jaleo le flipa», presume su madre. Así que ya han empezado a entrenarse con la silla prestada por un amigo, Alfonso, y adaptada a sus características en la ortopedia Bidari. Montado sobre ella aspira a erigirse en uno de los participantes más especiales de la edición de 2022.
Mientras tanto, Gianluca acude a diario al colegio López de Guereñu, donde aprende en un aula estable con otros tres chicos. «Mientras todos los niños hacen sus cursos, en este aula les enseñan las cosas de otra manera. Hay rutinas diarias, ellos cuentan lo que han hecho el día anterior, tienen fisios y logopedas que les miman. Sus profesores se involucran muchísimo», agradece Patricia. Le deben tratar de maravilla porque «aunque siempre está feliz, en el colegio se siente supercontento».
«Corre para disfrutar, pero también para concienciar y demostrar que puede hacer una actividad normal», dice su madre
«Esperanza de ir a mejor»
Su participación en la carrera organizada por el mejor atleta vasco de todos los tiempos clausurará una campaña iniciada esta semana para recaudar fondos. Por ahora, Patricia ha colocado huchas en los bares Manai, Manaos, Shooters, Verode, Point, La Unión y en las tres residencias Albertia. Varias empresas locales también se han involucrado. La próxima semana saldrán a la venta camisetas 'green' con la perenne cara sonriente de Gianluca.
«Estamos muy sorprendidos por la predisposición de tanta gente a ayudar. Está siendo un poco locura. El 8 de mayo será un día para que él lo disfrute, pero también para concienciar. Que vean que puede hacer una actividad normal», especifica Patricia.
Esa matinal de domingo le escoltará un séquito vestido de verde. No es un tono elegido al azar. «Es el color de la esperanza. Tengo la esperanza de ir a mejor y él hace que no la pierda nunca. Suena muy cursi pero es la verdad».
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