El estudio sobre armas blancas en Vitoria ve en los jóvenes «desconfianza y frustración»
El informe llega un año después del cuádruple apuñalamiento en Glow y se apoya en un discreto muestreo de 27 jóvenes de la ciudad sin plantear nuevas medidas
«¿Por qué algunos jóvenes llevan navaja cuando salen de fiesta?» Esa es la pregunta a la que el exalcalde Gorka Urtaran quiso dar respuesta ... apostando en febrero de 2023 por un informe sociológico que encargaba menos de una semana después de que cuatro jóvenes fuesen apuñalados (uno de gravedad) durante una pelea en la discoteca Glow de Vitoria.
Los participantes
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Entrevistas. 27 personas (16 varones y 11 mujeres) de 16 a 27 años. El 27% están emancipados y el 55% tienen trabajo.
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A favor de llevar armas. El 23%.
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Origen. De los adultos, el 45% es de origen extranjero (Marruecos, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Colombia, Bolivia, Perú y Bulgaria). Se han buscado de trece barrios de la ciudad.
EL CORREO ha tenido acceso al contenido de este documento de 69 páginas que se entregará a la oposición en las próximas horas o días -más de un año después de los hechos que lo motivaron- y que se apoya en las «entrevistas en profundidad» realizadas a 27 jóvenes de 16 a 30 años, además de expertos no identificados (educadores, psicólogos, informantes de la Policía Local de Vitoria o la Ertzaintza, entre otros) y memorias estadísticas de otras instituciones.
Un muestreo poblacional muy ajustado si se tiene en cuenta que los jóvenes residentes en esta ciudad (el estudio se apoya en datos de 2020) eran 59.673. Y una premisa de partida, bastante obvia: la heterogeneidad que existe en ese 23,6% de la población total de la ciudad. Heterogeneidad a todos los niveles (social, económico, cultural), en un contexto con alta precariedad laboral y elevados precios de la vivienda. «Conviene analizar en qué medida (esa combinación) está provocando una sensación de frustración entre las personas jóvenes que explique el fenómeno objeto de este estudio», se refleja.
Recoge también el testimonio de expertos entre los que figuran informantes de la Policía Local y Ertzaintza
A los porqués de llevar armas blancas se responde con una cascada de motivaciones. El documento arranca con la inseguridad y el miedo («llevas un arma y te sientes bien, seguro», responde uno de los entrevistados). Y continúa con la precaución ante posibles ataques («cuando me cabrea algo, cuando hay una discusión o ha habido un problema con otra persona»); la presión del grupo o las compañías («todos llevan y tú también tienes que llevar») o el reconocimiento social («para hacerse los chulos», «por querer ser más grande que otras personas»).
Otro motivo que se refleja en el listado -en este caso con testimonio de expertos- es la falta de confianza en la autoridad. «Si un chaval se siente desprotegido (...) ¿quién lo va a proteger? A lo mejor piensa que tiene que protegerse él solo porque no hay mecanismos de la policía». Luego están las experiencias personales y los conflictos en el entorno («un amigo lleva una navaja porque una vez un chico extranjero, creo que argelino, le intentó robar y tiene mucha desconfianza», relata una chica de 19 años). Y por último se apunta a una práctica habitual en otros países. Algunos jóvenes, se indica, «portan armas debido a que en su país de origen esta práctica esta normalizada, convirtiéndose en parte de su cultura».
Las propuestas
¿Y qué se propone para que decaiga el fenómeno de la tenencia de armas entre la juventud de Vitoria? Aquí se insiste en la necesidad de que exista «un registro único de información que siga criterios uniformes y con un suficiente nivel de detalle». En esencia, un sistema estadístico que lo analice de forma adecuada. También se aboga por implementar tecnologías como los sistemas de información geográfica (GIS) «para visualizar y comprender los patrones espaciales del porte de armas blancas», la colaboración efectiva entre todas las fuerzas policiales e instituciones, la educación «para la resolución pacífica de conflictos» o las campañas de concienciación.
En la última parte del dossier se «contextualiza» el problema hablando se las medidas adoptadas en Madrid, Pamplona, las recomendaciones de Naciones Unidas, la Agenda 2030, México, Reino Unido y Alemania. En este último caso se destaca la «implementación de zonas libres de armas blancas en trenes y áreas urbanas clave como medida para frenar los actos de violencia». Una medida que permite a la policía llevar a cabo más operaciones de control, además de respaldar «la necesidad de acciones más estrictas».
La alarma que generó el suceso en la discoteca Glow aceleró la implantación de algunas de las medidas preventivas que se recomiendan en esta radiografía psicológica. Por ejemplo, varias salas de fiestas incorporaron detectores de metal o redoblaron los esfuerzos para alejar las armas blancas con más medios para los vigilantes.
Un año después del cuádruple acuchillamiento en la discoteca Glow -el 5 febrero-, este periódico recogía datos oficiales de incautación aportados por la Ertzaintza y la Policía Local de Vitoria (ésta sólo hasta el 31 de agosto). 192 armas blancas confiscadas en 2023. Más de 300 intervenciones si se incluyeran otros «objetos peligrosos» como puños, cadenas, bastones o armas de aire comprimido. En 2022 fueron 269.
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