Los ecologistas exigen que se paren Labraza y Azaceta
Los colectivos alaveses creen que no se pueden instalar molinos hasta que Euskadi cuente un plan sectorial de energías renovables
La satisfacción no resulta plena entre los colectivos ecologistas ante la paralización de los planes eólicos en la Sierra de Arkamo y los Montes de ... Iturrieta por parte de la sociedad Aixeindar, que forman el Ente de la Energía del Gobierno vasco e Iberdrola. Lamentan los «duros» meses de trabajo para redactar las alegaciones de estos dos parques y un «innecesario estrés social» que han provocado dos proyectos que desde el principio se sabía que «no podían» albergar molinos. «El Ejecutivo autonómico lo sabía desde el principio porque fueron los responsables de redactar los planes de gestión de las dos ZEC (zonas de especial conservación), donde se contemplan los valores naturales y los problemas», señaló Andres Illana, portavoz de Ekologistak Martxan. «Estaba cantado. Si se hubiesen permitido estaríamos ante una indefensión bestial», ahondó.
Pero la renuncia a estos dos parques debería extenderse, coinciden los colectivos en defensa del medioambiente, a los otros cuatro proyectos que aún siguen sobre la mesa. Defienden que no deberían 'plantarse' los 16 aerogeneradores previstos por Aixeindar en Azáceta y Labraza, además de los proyectos para Arlaban (Aramaio) y en Cantoblanco por inversores privados hasta que el Gobierno vasco desarrolle un plan sectorial de energías renovables (conocido como PTS) que fije dónde es idóneo y posible hacer estas instalaciones.
«El PTS sirve para ordenar dónde se pueden colocar los parques fotovoltaicos y eólicos. Las energías renovables son absolutamente necesarias, pero hay que esperar para no incurrir en un fraude de ley que sobre todo afecta a Álava», subrayó Illana, quien acusó a los distintos responsables del Ejecutivo autonómico de no haber hecho «nada» para el desarrollo de energía 'green' en la última década. Ni siquiera acepta que se desarrolle el parque en Labraza, aunque sea una continuación del que existe en la sierra navarra de Codés.
Desde su punto de vista es «cuestionable» que se continúe con los proyectos de Azáceta y Cantoblanco, ya que están «pegando» a Iturrieta y Arkamo. «El quebrantahuesos que murió hace unos días en el centro de recuperación de la fauna de Martioda solía visitar el comedero que hay en Azáceta. Europa dice que una zona que esté junto a una zona de la Red Natura 2000 hay que tratarla como tal», apuntó.
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