Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria relanzan su oferta de empleo con 1.500 plazas el próximo curso

El grueso vendrá marcado por la aplicación de la ley de medidas urgentes para reducir la temporalidad en las administraciones. Menos interinidad y más estabilidad. También pesan, sobre todo en la institución foral, las orientadas al relevo generacional -con una plantilla en la que alrededor del 25% se acerca a la edad de jubilación- y, aunque en menor grado, sí se prevén OPEs de carácter ordinario incluso para ampliar la bolsa de potenciales candidatos a puestos.

En el caso del Ayuntamiento, todas esas variables confluyen en un total 927 plazas para 2023. Una evolución significativa si se tiene en cuenta que con las pruebas selectivas que se realizaron entre 2018 y 2020 (todas ellas previas a la citada ley contra la interinidad) se cubrieron 440. Hablamos por tanto, de más del doble. Y sí, el objetivo de la estabilización absorberá en torno al 80% del total de la nueva oferta -incluido organismos autónomos como el conservatorio o la escuela de música o las sociedades municipales-.

Por partes. Con la Ley 20/21 encima de la mesa, se lanzarán OPE y concurso de estabilización para afianzar 718 puestos en la red administrativa municipal. La antigüedad jugará un papel decisivo en el listado de méritos. Las bases se negociarán hasta diciembre con intención de que los procesos se desarrollen en 2023. Otra cosa es que puedan culminarse ese año. El calendario citado también es válido para una OPE ordinaria (totalmente abierta) para cubrir 172 plazas vacantes, incluidas catorce para personas con discapacidad intelectual.

En el bloque de organismos autónomos, el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela buscará consolidar 17 plazas de interinos y contempla una OPE genérica para crear un puesto más. Similar previsión se establece para la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu (15 para estabilización y convocatoria general para dos nuevos puestos). El Centro de Estudios Ambientales (CEA) también fijará a cinco funcionarios hoy en situación de interinidad.

Respecto a las empresas públicas, solo existen datos concretos de Ensanche 21, la sociedad urbanística municipal: 4 plazas de concurso de estabilización. Respecto a Amvisa (Aguas Municipales de Vitoria-Gasteiz SA), al no tener empleados en situación de temporalidad, explican desde el Consistorio, no hay previsión de sacar plaza alguna. Y en lo referente a la sociedad responsable del servicio de autobuses (Tuvisa) la oferta no se hará pública «hasta que no sea autorizada por su consejo de administración», paso decisivo que aún no se ha producido.

Y entramos en el 'menú' propuesto por la Diputación: 551 plazas que se reparten entre la administración, el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) y el servicio de bomberos. La convocatoria para este último es la más avanzada. Está a la vuelta de la esquina. El objetivo es cubrir 46 plazas en el territorio histórico. Las inscripciones se abrirán el próximo 7 de septiembre y los requisitos (pruebas, méritos, formación, prácticas, reconocimiento médico, etcétera) están ya negro sobre blanco.

A partir de ahí el Departamento de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo y Administración Foral gestionan directamente los procesos de selección de otras 254 que «representan al 25% de la plantilla» vinculada a la gestión de gobierno. Aquí entra en juego el citado proceso de estabilización al que obliga la citada Ley 20/21 de 28 de diciembre. «Tiene por objetivo situar la tasa de cobertura temporal de las plazas estructurales de las administraciones por debajo del 8%», recuerdan desde la institución foral. Que arrastra un porcentaje mucho más alto (del 39%). El reto a medio plazo es descender hasta el 12%; un estadio intermedio hacia el objetivo legal.

Las bases se publicarán «antes de que acabe el año» tras «un proceso de varios meses de trabajo con representantes del personal foral». 172 plazas en total de las que 137 irán dirigidas a trabajadores que llevan en la institución ininterrumpidamente de forma interina o encadenando contratos temporales desde al menos el 1 de enero de 2016. Los 35 restantes saldrán a concurso-oposición para puestos ocupados desde el 1 de enero de 2018.

La institución territorial activará también el próximo año el procedimiento para cubrir 77 plazas pendientes, que se corresponden con las ofertas de empleo público de los años 2019, 2020 y 2021. La mayoría (29) busca técnicos de administración general (entre superiores y medios), trabajadores especializados para las áreas jurídicas (12) o ingenieros técnicos agrícolas (5). El paquete total de la Diputación -en la esfera puramente administrativa- también prevé una OPE para personas con discapacidad intelectual (5). Las pruebas se celebrarán el próximo 1 de octubre.

El salto a organismos 'satélite' nos lleva directamente al Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS). La otra gran pata de la oferta pública de empleo foral. Al margen de los procesos selectivos en curso para 101 plazas (que deberían completarse este año), se está pendiente de negociar con la Junta de Personal la OPE de 2022 que «como viene siendo habitual aprovechará al máximo la tasa de reposición», se indica.

A la vuelta del verano, una de las tareas más urgentes será establecer las bases para estabilizar 251 plazas. 233 mediante concurso y las 18 restantes por concurso-oposición. Auxiliares de enfermería, de Servicios, enfermeros, médicos o fisioterapeutas son algunos de los empleos que se apuntalarán. La otra vía que abre el IFBS (también para finales de este año) se ejecuta «en previsión del alto número de jubilaciones previstas». Aunque aquí no se aportan datos. Porque el cómputo final se detraerá de los procesos selectivos para reducir la interinidad.