La Diocesis de Vitoria reitera su petición de perdón a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia
También expresa su «agradecimiento a todas las instituciones que trabajan para reparar el dolor de las víctimas durante las últimas décadas»
H. Rodríguez
Sábado, 28 de octubre 2023, 17:06
La Diocesis de Vitoria ha emitido este sábado un comunicado a través de sus redes sociales después de que ayer el Defensor del Pueblo presentase el informe sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica. Un documento de 770 páginas suscrito por Ángel Gabilondo que incluye un anexo que concreta alrededor de 670 localizaciones en todo el país en los que se han registrado casos de pederastia en las últimas décadas. Siete de ellos se localizan en Álava. La cifra aún puede ser mayor porque -como explica el exministro de Educación- en algunos puntos pudo haber varios agresores o múltiples víctimas.
Desde la Diocesis de Vitoria aseguran que siguen «comprometidos en la lucha contra los abusos a menores creando entornos seguros, colaborando con las instituciones civiles y eclesiales competentes y poniendo en el centro a la víctima». Apuntan, además, que para la institución «lo principal es acompañar a quien sufrió esta lacra y trabajar por la justicia». Asimismo, reconocen que «nunca debió permitirse ni un solo caso». Para ellos «los 7 casos referidos a Álava por el Defensor del Pueblo, 6 de congregaciones, no son solo un número. La Oficina de Menores de la Diócesis se centra en las personas y a ellas se debe».
Seguimos comprometidos en la lucha contra los abusos a menores creando entornos seguros, colaborando con las instituciones civiles y eclesiales competentes y poniendo en el centro a la víctima. Lo principal es acompañar a quien sufrió esta lacra y trabajar por la justicia. (1/3) pic.twitter.com/eAjHaVZjZ8
— Diócesis de Vitoria - Gasteizko Elizbarrutia (@DiocesisVitoria) October 28, 2023
En el mismo texto, la Diocesis expresa su «agradecimiento a todas las instituciones que trabajan para reparar el dolor de las víctimas durante las últimas décadas». Aprovechan además, para «repetir» su «petición de perdón a ellas y sus familias», así como para ofrecerles su cooperación, «cercaía y afecto».
En el caso del territorio alavés «llama la atención que se trata de tres casos más de los que hasta la fecha había comunicado la Diócesis de Vitoria«, según apunta el informe presentado por Gabilondo. La oficina de protección de menores, que se fundó en 2021 por encargo del obispo Juan Carlos Elizalde, había remitido al Defensor del Pueblo cuatro casos incluyendo el sufrido por Alfonso Ruiz de Arcaute en la parroquia de los Ángeles y por el que los dominicos ya han pedido perdón. La institución eclesiástica del territorio no aporta más datos sobre el resto por corresponder a hermandades externas al Obispado (viatores, dominicos, salesianos...).
La cifra aún puede ser mayor porque -como explica el exministro de Educación- en algunos puntos pudo haber varios agresores o múltiples víctimas. Ese es el ejemplo del colegio vitoriano de San Viator, donde hubo dos episodios sin relación entre sí. El primero lo cometió en los sesenta -cuando el centro estaba en la calle La Paz y aún se denominaba San José- un fraile que realizó tocamientos al niño Félix Lasagabaster, que en la actualidad tiene 75 años, y el segundo lo perpetró en los noventa el clérigo José Ángel Arregui, que en agosto de 2009 fue detenido en Chile con filmaciones de abusos a quince alumnos de toda España. Además de este centro, Gabilondo detalla que hubo casos -en su mayoría hace varias décadas- en los colegios Corazonistas de Vitoria y La Salle de Llodio, en el hospital psiquiátrico cuando seguía en manos religiosas, en la parroquia de Santa María de Los Ángeles y en los internados Sagrado Corazón de la capital y Salesiano de Zuazo de Cuartango.
El Cardenal Juan José Omella, a través de un tuit al que se remite la Diocesis vitoriana, advierte que «las cifras extrapoladas por algunos medios son mentira y tienen intención de engañar». Ello sin perjuicio de que «la Iglesia es a la vez santa y siempre necesitada de purificación… Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores. En todos, la cizaña del pecado todavía se encuentra mezclada con la buena semilla del Evangelio hasta el fin de los tiempos«. El cardenal reconoe que la institución »congrega a pecadores alcanzados ya por la salvación de Cristo, pero aún en vías de santificación. No nos cansaremos de pedir perdon a las víctimas y trabajar por su sanación«.