El desmantelamiento de la mayor fábrica abandonada de Vitoria arranca con la limpieza del solar y 20 okupas dentro

Esta operación sella de manera definitiva la petición de proyectos de regeneración urbanística –al estilo del parque Dora de Turín– propuestos por arquitectos y paisajistas de la ciudad. Se trata de un primer paso que aspira, en una fecha por definir, al derribo de los pabellones que albergaron una de las empresas más emblemáticas de Vitoria y que dio trabajo a centenares de vecinos de Adurza. Estos trabajos de saneamiento «no precisan de ningún permiso municipal», según confirmaron los departamentos de Medio Ambiente y Urbanismo. Y en todo caso representan una primera etapa, abordada de momento sin mayores complicaciones.

Quizá porque los operarios se han centrado en la explanada más cercana al supermercado Lidl y a la carretera A-2124. Es una zona despoblada y alejada de las naves donde viven desde hace unos meses varios okupas cuyo número fluctúa entre veinte y treinta personas.

Ayer martes, varios de estos inquilinos irregulares compartieron su inquietud con EL CORREO por la aparición de una excavadora, un par de furgonetas y un puñado de trabajadores. «Nadie nos ha dicho nada. ¿Nos van a echar de aquí?», se preguntó uno. Otro aseguró que «no hacemos nada malo. Los del otro pabellón (en referencia a la también abandonada EGA) son los problemáticos».

Vecinos de las calles y colegios cercanos denuncian que algunos de ellos han protagonizado robos. Curiosamente, los operarios se han cruzado con varios ladrones de chatarra, que estos días intensifican su acción. Tanto en URSSA como en EGA, ajena a estos trabajos.

El desescombro avanzará hasta alcanzar las partes habitadas. Ahí surgen las dudas legales, aunque fuentes judiciales apuntan a, que debido a la «peligrosidad» de residir en este lugar «donde hay amianto y riesgo de derrumbe», todo indica que la UTE «solicitará una orden judicial para desalojarles». Se desconoce la fecha para esa acción.

El proyecto emprendido por Grupo Eibar (Gipuzkoa), la alavesa Yárritu y la vizcaína Viuda de Sanz pretende vaciar toda la parcela. Y también que los okupas abandonen el lugar, un punto entre claros interrogantes a día de hoy. Una vez solventadas ambas exigencias, los nuevos propietarios deberán solicitar un permiso al Ayuntamiento de Vitoria para iniciar la siguiente fase, la descontaminación de la antigua URSSA.

Por toda la parcela «hay amianto». Se trata de material de uso muy común cuando se levantó esta empresa –ya desaparecida–, pero muy peligroso para la salud. Por salubridad deberá retirarse. Ese proceso llevaría «varios meses», aparte de implicar un enorme gasto económico.

Sólo entonces, esta UTE podría acometer la fase definitiva; el derribo de los diferentes pabellones y del destartalado edificio de oficinas. No hay fechas concretas ni estimación alguna. Las previsiones más optimistas hablan de «finales de 2026».

El vaciado y demolición de esta factoría cerrada desde hace años no podrá dar pie a ninguna promoción de viviendas, lo que ha levantado suspicacias en el sector de la construcción sobre la razón real para este fuerte desembolso económico. Cabe recordar que hace dos años, cuando URSSA era urbanizable, los administradores concursales pedían 12,19 millones de euros.

La clave se encuentra en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), cuya aprobación se prevé para finales de verano. Limitará la remodelación de esta parcela a un uso dotacional. Es decir, una zona verde o, en el mejor de los casos, algún servicio dotacional.

Para activar su venta, el Gabinete Etxebarria sí ha incluido en el PGOU un contrapeso. Se permitirá recalificar dos parcelas en Lakua. El plan a punto de aprobarse permitirá «151 domicilios» en la calle Landaberde y otros «128» en un solar de Sierra de Andia. Todo apunta a que esta UTE sería la adjudicataria.