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Advierte el dicho popular que las prisas no son buenas compañeras. Esa frase hecha, que propone armarse de paciencia en los peores momentos, es la ... que seguramente se repitieron este martes buena parte de los conductores que se toparon con el cierre total del cruce entre la calle Los Herrán y Santiago, en Vitoria. Cientos de vehículos pasan al día por este estratégico punto del tráfico en la ciudad, incluso en la semana de Pascua. Y muchos de sus conductores mostraban su hastío. «Más de 20 minutos llevo esperando», decía uno de estos chóferes atrapado entre la calle Pío XII y Los Herrán. «Esto es un auténtico embudo».
El cierre del cruce y la nueva ordenación del tráfico en esta zona permanecerán vigentes hasta las seis de la tarde del viernes, cuando finalizarán los trabajos de asfaltado y señalización horizontal en el tramo comprendido entre la calle Santiago y Libertad. Así, las demoras para circular fueron ayer largas y, salvo sorpresa, se repetirán este miércoles, el jueves y el viernes.
Y es que todos los vehículos que procedían desde Santa Bárbara, Pío XII o de Los Herrán (a la altura del antiguo Gobierno Militar), fueron redirigidos por Olaguíbel, sin posibilidad de seguir hasta Santiago. También esos que querían acceder a su garaje en la vía en la que están haciendo obras, a los que se les obligó a dar la vuelta. La excepción sólo se impuso para los transportes que accedieron a las Urgencias de Santiago, desde taxistas hasta repartidores.
Si bien los agentes de la Policía Local de Vitoria trataron de regular el tráfico en un período en el que se esperaba que estuviera más calmado por ser Pascua, sus directrices no apaciguaron en todos los casos la exasperación de los conductores. Sobre todo, la de aquellos a los que les pilló este cambio por sorpresa.
Fue el caso de Ana López, una carpintera que, precisamente, quería acceder hasta un domicilio ubicado en el número 17 de Los Herrán. «Nunca nos avisan. De repente, nos hemos encontrado con esto y es un follón. Deberían hacer las obras a otras horas, por la noche, para que no haya tantas afecciones», lamentó.
Con su reclamación coincidieron portavoces del colectivo de gremios, que extendieron su hartazgo al momento del inicio de las obras, en octubre de 2023. Calificaron la gestión de «desastre» por «no poder suministrar la mercancía a mucha gente ni realizar obras en casas por no poder transitar» por las calles de esta zona.
Otros chóferes, como José María Conde, apuntan que tras este cierre al tráfico, esta zona se ha convertido en «un cuello de botella» porque se hace casi imposible evitarlo para determinados recados o trabajos. Con un ruido de fondo incesante, a menudo con toques de claxon, este conductor indica que a pesar de que muchos ya sabían a lo que se iban a enfrentar «no tenemos alternativas. Si tienes que ir a alguno de los comercios o domicilios de esta zona, no te queda otro remedio». El «tráfico extra» exaspera asimismo a los vecinos, que dicen sufrir un «ruido continuo».
De cara a estos tres días, el Ayuntamiento de Vitoria ha introducido algunas modificaciones para intentar paliar las afecciones al tráfico. Entre ellas se encuentra la anulación de un paso de peatones en el cruce de Olaguíbel para aumentar el tiempo del semáforo en verde para los coches. En el puente de las Trianas, la recomendación consiste en desviarse por Florida y Jacinto Benavente. Mientras, en la Avenida Judimendi habrá más presencia policial por la «acumulación» de coches. Asimismo, dos líneas de Tuvisa, la 3 y la 8, han debido variar sus rutas.
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