Comerón pide reinvertir el dinero del auditorio en «medidas económicas»

El debate de los grandes proyectos de Vitoria se ha convertido en un gran elefante en la habitación. Todo el mundo lo ve, pero nadie termina de abordarlo. El gobierno local mantiene su posutra de «repensar las prioridades» cuando finalice la emergencia sanitaria, tal y como lo expresó Gorka Urtaran el pasado 3 de abril. Pero todas las miradas se dirigen de forma casi automática a las grandes inversiones, donde el auditorio brilla con luz propia. A pesar de que nadie se ha atrevido todavía a meter el bisturí en el presupuesto municipal, comienzan a surgir algunas voces para que los equipamientos estratégicos se posterguen hasta el final de la crisis del coronavirus. «Los vitorianos no entenderían que esos proyectos siguieran adelante con la que está cayendo», asegura la portavoz del PP, Leticia Comerón.

El feroz impacto económico que seguirá a la pandemia y las nuevas necesidades que surgirán para paliar sus efectos a escala social obligarán a rediseñar el presupuesto de 2020. El aumento en la demanda de ayudas y servicios básicos, el descenso en la recaudación de impuestos y la pérdida de ingresos de una inmensa mayoría de la ciudadanía variarán los objetivos para los que fue diseñado el balance económico del presente año. El Ayuntamiento, en este sentido, tiene comprometidos, hasta 2023, cerca de 11 millones de euros solo para la remodelación del Principal y la construcción del auditorio, que ahora parecen abocados a retroceder a la segunda fila en la lista de las necesidades.

Dentro de las propias infraestructuras más 'prescindibles', de hecho, la futura sala sinfónica del Paseo de la Música es la que más escepticismo acapara estos días. «Es uno de los proyectos que claramente debe aparcarse. Todo ese dinero se tiene que reinvertir en la recuperación económica de la ciudad», afirma Comerón. En una línea similar se muestra también Óscar Fernández (Equo), portavoz de Elkarrekin Podemos, quien considera lo «más inteligente» dejar en 'stand by' la construcción del ambicioso equipamiento cultural. «Deberíamos centrar el esfuerzo presupuestario en atender a la ciudadanía», afirma el edil del grupo morado, quien acordó el presupuesto con el Gabinete Urtaran.

El principal foco de preocupación está ahora en poner fin a la emergencia sanitaria y anticiparse al demoledor golpe económico que provocará. Miren Larrion (EH Bildu), en este sentido, invita a «adecuar las partidas presupuestarias a las nuevas necesidades», aunque ello implicará un «análisis exhaustivo» del balance, tal y como coinciden las tres fuerzas.

El PP planteó ayer el reparto de «cheques de rescate» para ayudar a los negocios, pymes y autónomos a hacer frente a sus gastos corrientes. La propuesta ofrecería entre 125 y 320 euros semanales a cada empresa con hasta diez trabajadores. El grupo municipal también propuso reducir el IBI y el IAE en un 25%, a cambio de que las compañías se «comprometan a mantener a toda su plantilla» y a que su facturación se haya reducido a la mitad. «Si no les ayudamos ahora, muchos no podrán abrir tras la crisis», asegura Comerón,