El cojo Manteca, el punky alavés que se hizo viral cuando no había internet
Tal día como hoy murió en Orihuela en 1996. Creció en Sansomendi, donde «empezó a robar en fábricas de Vitoria siendo un adolescente»
Su imagen destrozando el letrero de la estación de metro del Banco de España con una muleta dio la vuelta al mundo. En enero de 1987, hace 35 años, las manifestaciones estudiantiles se sucedieron en Madrid y fue un punky, sin relación alguna con la Universidad, quien se convirtió en su símbolo y hasta protagonizaría sonadas entrevistas televisivas. Aquel joven con una sola pierna y que serpenteaba con extraordinaria agilidad por un escenario caótico venía de Sansomendi.
Era Jon Manteca, que tal día como hoy falleció en Orihuela en 1996. Contaba 28 años. Su vertiginosa caída a los infiernos tuvo su descorche en la capital alavesa, a la que llegó siendo un niño desde su Arrasate natal.
Pronto llamó la atención de la Policía Local, entonces el único cuerpo encargado de la seguridad ciudadana. Corrían los años ochenta y Jon sólo era «un crío». Uno de los responsables de la unidad de Investigación lo detuvo «infinidad de veces» y todavía le recuerda. «Empezó muy joven. Perdió la pierna derecha al subirse a una torre de alta tensión y al principio iba con una ortopédica que le iban cambiando según crecía. Luego cambió a las muletas y cogió habilidad», evoca este agente ya retirado.
«Siendo adolescente se juntó con una cuadrilla en la que todos acabarían muy mal». Empezaron a colarse en fábricas «para robar tonterías como bolígrafos y agendas». Pronto empezaron a subir de categoría para «desgracia» de su familia. «No podían con él. No iba a clase», asegura este veterano de Aguirrelanda.
«Era respetuoso con nosotros»
La cosa fue a peor. «Un día un peatón descubrió una bolsa con una escopeta recortada en su interior. También había unos pantalones cortos con garabatos de bolígrafo». Este agente enseguida los relacionó con Manteca. «Es que tres días antes los llevaba puestos y mientras esperaba a que hiciéramos el atestado se dedicó a pintárselos», ríe. Al parecer pretendía cometer un atraco. «Eso sí, pon que jamás nos dio problemas. Era respetuoso con nosotros».
Con 19 años desapareció de Vitoria. «No veas qué sorpresa cuando le vi en la televisión rompiendo el letrero del metro. Pensé 'la madre que le parió'». Su fotografía se hizo viral cuando no existía internet. Era 1987, hace 35 años. Todos los periódicos, radios y televisiones hablaban del punky sin una pierna. Hasta el Herald Tribune le dedicaría una portada y el New York Times, una reseña.
Nómada, estuvo 120 días en la cárcel en Valencia. En Bilbao quisieron lanzarle a la ría tras un desencuentro con parte del público por hacer gestos obscenos a la banda municipal. Su segundo gran momento de gloria llegaría en 1988. El periodista Jesús Quintero le entrevistó en profundidad en su programa 'El perro verde', donde acudió visiblemente perjudicado. Pasó al olvido y falleció en 1996 en Orihuela, donde aún residen algunos familiares.