«El cierre de Miranda nos hace un roto»
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Vecinos de Zambrana, Rivabellosa y Berantevilla apuran el último día antes del confinamiento para llenar la nevera, cortarse el pelo o visitar a la familia en la ciudad burgalesaEl reloj descontaba las últimas horas antes de iniciar el confinamiento de dos semanas en Miranda de Ebro y cientos de alaveses sin miedo al ... foco de Covid-19 cruzaron ayer la 'muga' para llenar sus neveras, recoger unas lentillas o asegurarse que sus familiares seguían bien. Municipios como Armiñón, Berantevilla, Lantarón, Ribera Baja y Zambrana mantienen estrechísimos lazos económicos y sociales con la ciudad burgalesa. «A Vitoria sólo vamos a las citas con los médicos especialistas y los trámites con la Diputación», afirma el alcalde de Berantevilla, Mario Perea.
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Y es que la línea que separa las comunidades autónomas resulta totalmente invisible a medida que uno se acerca. «Miranda está a cinco minutos y Vitoria, a más de un cuarto de hora. Esto nos hace un roto», resume Artur en la terraza del bar Julia de Zambrana. Detrás de la barra se encuentra Pedro, quien asegura que tiene «el mejor café que habéis tomado en la vida», y relata cómo se había acercado por la mañana a Miranda para comprar fruta en el mercadillo y su hermana está al caer después de haber ido a la peluquería. Junto a la puerta del local hostelero aparca la furgoneta de 'Panadería La Moderna' que, pese a tener sede en la capital de la Comarca del Ebro, reparte cada mañana baguettes, chapatas, cruasanes o choripanes en La Rioja, Álava y la provincia de Burgos. «Creo que lo notaré en que más gente de los pueblos saldrá a comprarme porque no ha podido acercarse a Miranda», confía Félix a punto de arrancar su Ford Transit.
«Nos toca cambiar nuestros hábitos de consumo durante dos semanas. No se podrá ir a la frutería que te gusta o tendrás que esperar para visitar a un familiar. Todos conocemos caminos, atajos y rutas alternativas, pero yo le pido a la gente que no se la juegue, que habrá tiempo para todo. No hay que alarmarse y respetar las normas de seguridad más si cabe», subraya el regidor de Zambrana, Aitor Abecia. «Vivimos en una zona con mucho tránsito. Hay 500 trabajadores de Michelin que residen en Miranda y creo que otros 480 de Mercedes», apunta.
«Hay que cambiar los hábitos de consumo 14 días. Que la gente no se la juegue buscando atajos»
No sólo a los gigantes empresariales de Vitoria, sino que también al polígono industrial de Lacorzanilla, Aernnova, la plataforma empresarial de Arasur o la central de Lantarón llegan multitud de vecinos de la otra orilla del río Ebro. Sin ir más lejos, a principios de esta semana se detectó un importante brote en un matadero de pollos de la zona, donde la inmensa mayoría de la plantilla precisamente procede de Miranda.
Si el coronavirus no se hubiese cruzado en el camino de Occidente, Eduardo y Pablo habrían portado ayer la imagen de la Virgen hasta la ermita de Lacorzanilla (Berantevilla). Ante la cancelación de todos los festejos por la situación sanitaria, ambos se encontraban empujando un Mini Cooper -el original, no su versión moderna- por el Camino de Las Heras. «El año pasado nos juntamos 340 para comer junto al templo. Este año, cada uno tendrá que quedarse en su casa», lamentan. «El confinamiento de Miranda no es malo para nadie si así consiguen parar al 'bicho'», relativizan.
Tal es la dependencia de estos municipios limítrofes de Álava respecto a la vecina ciudad burgalesa que cada viernes un autobús acerca a los más veteranos de Berantevilla para que durante tres horas puedan hacer su compra semanal. «Es cierto que tenemos un Eroski en Rivabellosa, pero si quieres sacar dinero del banco tienes que estar pendiente del calendario porque allí no abren todos los días», evidencia el alcalde Mario Perea.
«Dependemos de ellos»
Su homóloga en Ribera Baja, Miren Santamaría, «bajó» ayer a Miranda para visitar a unos familiares que no podrá ver hasta el 10 de octubre, fecha inicialmente prevista para el fin del confinamiento, y de paso hacer unos recados. «Nosotros dependemos de ellos, pero ellos también nos necesitan. Ribera Baja no son sólo seis 'pueblitos', sino que aquí se encuentran Talgo y Arasur, que son vitales para todo el entorno», evidencia.
Muchos trabajadores de Mercedes, Michelin, Talgo o Arasur seguirán llegando desde Miranda
Pese a las restricciones
«Preveo que muchos vecinos vendrán en los próximos días al Ayuntamiento para pedirnos permisos que les sirvan si les paran en un control en la carretera», pronostica la regidora con una mascarilla morada en la que se lee 'Berdintasuna' (Igualdad). «Todo ha sido muy rápido. Creo que alguno que trabaja en Miranda se encontrará el lunes con el control de la Ertzaintza o la Guardia Civil e igual tiene que darse media vuelta», mantiene.
Al colegio de Rivabellosa llegan multitud de alumnos de la ciudad burgalesa. De momento, allí se han detectado tres positivos que ha provocado el aislamiento de clases de cuarto y sexto de Primaria. «Nosotros nos esforzamos al máximo en concienciar a la gente y aumentar la limpieza para evitar posibles contagios», apunta Santamaría. A pocos metros de ella, en la terraza del Veronica's Bar toman café tres matrimonios de Vitoria. «Llevamos desde marzo aquí, hay menos posibilidades de contagiarse», argumenta una de ellas.
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