El ciclo Ondas de Jazz rinde homenaje a Paco de Lucía
Su hijo Curro Sánchez Varela, que recoge este martes la Makila de Honor en el Conservatorio Jesús Guridi, recuerda que el guitarrista de Algeciras «le tenía mucho cariño a Vitoria porque le gustaba mucho el festival que había montado su buen amigo Iñaki Añua» y donde actuó en cinco ocasiones
«La última vez que toqué una guitarra fue a los cinco años. Igual es de las decisiones más estúpidas o sabias que he tomado ... en mi vida», dice Curro Sánchez Varela (Madrid, 1983). El hijo de Paco de Lucía recibe en su nombre este martes la Makila de Honor del programa Ondas de Jazz en el Jesús Guridi, a las 19.30 horas, con invitación. El mayor de la casa no iba para genio de las cuerdas. Era difícil hacer sombra tanto talento. «Yo hubiera engrosado ese ejército de niños a los que sus padres les llevan a una escuela de música y ni destaca ni son muy paquetes», señala.
Lo suyo era el mundo audiovisual como demostró con su primer largometraje 'Paco de Lucía. La Búsqueda' (2014) que se presenta este martes en los cines Florida con motivo de los actos de homenaje al músico de Algeciras. Con ese relato emotivo de su padre compuesto de numerosas entrevistas realizadas entre 2010 y 2014 se llevó el Goya a mejor documental. El proyecto, que fue interrumpido por la muerte del protagonista, no fue fácil de levantar. No quiso hacer ninguna entrevista más tras su fallecimiento. Y el duelo lo vivió ordenando imágenes para el montaje final.
«Fue como un estado de confusión a lo largo de seis, ocho o doce meses para acabar el documental y luego recibir el impacto de la gente. Fue una sensación muy intensa y de la que nos recuperamos tiempo después. Fue desconcertante y doloroso», recuerda ahora Curro Sánchez acerca de los últimos compases de la película. Paco de Lucía murió un 25 de febrero de 2014 y el estreno del documental fue el 20 de septiembre de ese mismo en el Festival de Cine de San Sebastián.
Para sacarlo adelante se rodeó de su familia, su hermana Casilda, periodista cultural, como coguionista y Lucía como coproductora. «También mi madre aportó mucho dinero porque las instituciones no confiaban en el proyecto al ser el primero y no había un gran currículo y al comienzo también mi padre puso parte del presupuesto».
Este homenaje póstumo en la capital alavesa tiene un sentido especial. «A mi padre le volvía loco el País Vasco y le tenía mucho cariño a Vitoria porque le gustaba mucho el Festival de Jazz que había montado su buen amigo Iñaki Añua. Además perdía la cabeza con la gastronomía vasca». Solo entre 2001 y 2013 tocó en cinco ocasiones en la cita vitoriana donde vivió momentos especiales.
Para el recuerdo los dos conciertos con Chick Corea, en 2001 y 2014. También en 2006 junto a Wynton Marsalis con el que grabó posteriormente 'Vitoria Suite' y dejaron pendiente para siempre otra colaboración en tono góspel y flamenco. «Creo que los grandes genios de la música se reconocen entre ellos y cuando uno de ellos desaparece es un gran choque para el resto de la comunidad porque supone perder grandes oportunidades artísticas y creativas. A esos niveles de creación, imagino que entre ellos se entienden mucho mejor que lo que el gran público puede», cuenta Curro Sánchez que recuerda con especial cariño el último concierto con Chick Corea al que acudió junto a con sus amigos. «Era gente que en principio no es muy aficionada al flamenco, pero que ese día se volvieron locos. Mi padre disfrutó mucho y no había visto a disfrutar a mis amigos tanto en mi vida…».
- ¿La pasión por el cine de dónde le viene?
-Supongo que de familia también. Me llevaban mucho en el barrio madrileño de Mirasierra, uno de los primeros centros comerciales de Madrid. Recuerdo que una de las primeras que vi fue una de 'Indiana Jones'. Y me obsesioné al ver 'Parque Jurásico', fue cuando dije que quería dedicarme a eso….
Los caminos se cruzan. En la última entrevista de EL CORREO a Paco de Lucía afirmaba: «En la música y en la vida soy bastante Indiana Jones... aventurero». Desde 2014, la parada del tren de cercanías de ese barrio madrileño se llama Mirasierra- Paco de Lucía. El recuerdo de las yemas de 'Entre dos aguas' -que formó junto a Camarón la mejor pareja del flamenco- continúa, a pesar de su ausencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión