«Nuestras canciones llegan de un solo disparo»
El autor de 'Cielo del Sur', 'El límite' o 'Judas el miserable' llevará «rock, punk y diversión» al frente de su longeva banda el próximo día 7 en Hell Dorado
En el límite entre un año y otro, un músico con décadas de carrera al frente de La Frontera prepara el desembarco en Hell Dorado (7 de enero, 21.30 horas, abren StarSolo). Javier Andreu desenfunda y apunta una velada para respirar «el rock, el punk y la diversión».
– Sus temas tienen una imaginería muy personal. ¿Cuánto cine, literatura o música tienen la culpa?
–Bueno, está claro que empecé gracias a mi devoción por Bob Dylan y Ennio Morricone. Muchas de las canciones que tienen la imagineria del salvaje Oeste son gracias a estos dos compositores. También me influyó mucho el punk de los 70 y 80. Mi música es una mezcla de todo eso y más cosas. Las películas de John Ford, todo el espagueti western... A nivel de libros, todo lo que cayó en mis manos, Borges, Cortázar, Poe, Lovecraft, Ray Bradbury y la poesía del 27.
– ¿Es díficil hacer rock en España con sonido de sabor americano?
– Nosotros destacamos por eso. Por aquel entonces no existían grupos de este corte y posiblemente por eso ganamos el festival de rock Villa de Madrid en el 85, donde predominaban los teclados a falta de guitarras. Vamos, demasiado moderneo.
– ¿La Frontera tiene un público fiel?
– Tan fiel como cualquier otro grupo en que las canciones llegan de un sólo disparo. Gracias a nuestro público se están apuntando nuevas generaciones. Hijos de los hijos del rock y de la carretera.
– Supongo que un cancionero como el suyo también ayuda mucho a la longevidad del proyecto...
– Es muy importante no dejar de componer. Forma parte de mi adn. También hacer letras que lleguen fácilmente a la gente y para que se identifiquen y vean que somos todos iguales. Al principio eran canciones basadas en experiencias soñadas e inventadas, cosa que gustó y nos fue muy bien. Pero el pelotazo lo dimos con el disco de 'El límite' ('Rosa de los vientos') ya que empecé a hablar de sentimientos reales y autobiográficos.
«Ganamos el Villa de Madrid en el 85, donde predominaban los teclados a falta de guitarras. Vamos, demasiado moderneo»
– Hace ya tiempo que subió a las redes un vídeo tocando a lo George Harrison una especie de sitar eléctrico. ¿Lo ha usado en directo alguna vez?
– Es un instrumento que compré en Nueva York. Es una mezcla de eléctrica y sitar. Tiene hasta un arpa con pastilla debajo. Se llama coral sitar. Lo utilicé para grabar 'Arenas de Samarkanda' en los estudios Ridge Farm en Surrey (Londres). Lo he utilizado muy poco. Prefiero no sacarlo de casa. Es una pieza de coleccionista. Además es una canción que no solemos tocar en directo.
– ¿Cuáles son los límites sonoros de La Frontera?
– Ninguno. Estoy abierto a todo tipo de influencias, como en 'Arenas de Samarkanda' por ejemplo. Intento que las letras sean buenas. La música es el medio para llegar a la gente. La poesía es la base.
– ¿Tiene algún momento especial en los conciertos?
– El momento más especial es antes de salir. Respeto mucho al público y siempre me pongo un poco nervioso. Saber que tu estado vocal y mental es bueno, es un reto que intento superarlo día a día. En la furgoneta, en el hotel, en el camerino. Una vez arriba todo va rodado.
– ¿Qué temas no pueden dejar de tocar para evitar una de 'plumas y alquitrán'?
– 'El límite' (hace poco no la tocamos y la gente encantada), 'Judas el miserable', 'Juan Antonio Cortés', 'Cielo del Sur', 'Viva Las Vegas'.
– Con un título como 'Si el whisky no te arruina, las mujeres lo harán', ¿cómo lleva la pelea?
– Ganan las mujeres siempre.
«Intento que las letras sean buenas. La música es el medio para llegar a la gente, la poesía es la base»
– Después de '30 años en el límite', en el siguiente lustro ha pasado de todo... ¿han salido reforzados tanto el grupo como usted mismo?
– Pues sí creo que hemos salido reforzados. La gente me lo dice por la calle. 'Me enamoré con una de tus canciones', 'os sigo escuchando', etc. También según ellos la música de los 80 y 90 (de algunos grupos) ofrecen más de lo que ahora se hace. Estoy de acuerdo en parte.
– Entre otras cosas, se retrasó su disco en solitario. ¿Qué me cuenta de sus otros proyectos?
– Mi disco en solitario saldrá en abril en vinilo y en CD. También un documental dirigido por Juan Moya llamado 'El peor héroe del Far West' que me encanta. Lo tuve que retrasar por el covid y por la gira salvaje de Diagonal Producciones. Más de 60 bolos.
– ¿Cantará algún tema como 'Redención' o incluso 'Beatriz'?
– Si, estoy deseando pero será el próximo invierno en las presentaciones.
– ¿Cuánta gente rula por ahí, mucho más miserable que aquel Judas?
– Jaaaja, no quiero hablar de política. Imaginación al poder.
«Lo primero que le pregunto cuando se monta en la furgo es, 'Toni, ¿has traído la chistera?'»
– La chistera de Toni forma parte de la imagen de la banda. ¿Se le haría tan raro como al público verle en escena sin ella?
– Lo primero que le pregunto cuando se monta en la furgo es, 'Toni, ¿has traído la chistera?'.
– Otro icono 'fronterizo' es su guitarra Gretsch blanca. ¿Forma también parte esencial de su sonido?
– La verdad es que no soy nada iconoclasta con las guitarras. Sólo son un instrumento (nunca mejor dicho) para llegar al alma de las personas. La compré porque me gustó (estuve un día mirándola sin parpadear) y aunque tiene muy buen sonido podría conseguir lo mismo con cualquier otra.
«El rock es expresionismo»
– ¿Cuánta importancia tienen la energía del directo y el 'feedback' del público?
– Se complementan. Sin cualquiera de las dos partes no habría espectáculo. El rock es expresionismo.
– ¿Le afecta el resquemor de no llegar a los niveles de The Garlic Phantoms?
– Si, por supuesto. Saber que hay genios que con una sola canción hayan llegado a las más altas cotas de la civilización, la verdad es que jode. Me alegro por Juan. Creo que ha hecho las paces con el universo y con los fantasmas del ajo que le rodean. Ha hecho la portada de mi disco en solitario y un par de vídeos magníficos que están en YouTube.
– Hablando de documentales, ¿a qué nivel de deporte de riesgo se llega al mediar entre Jorge Ilegal y Jaime Urrutia en 'Mi vida entre las hormigas'?
– Por eso dije, '¿me puedo ir?' Jorge es buen chaval pero se puede liar a hostias en cualquier momento. Buen tipo.
«No fui a clase durante 3 años. Estaba por los parques con la guitarra creyéndome Bob Dylan. La mejor época de mi vida.»
– ¿Cuánto postureo hay en la escena actual?
– No me gusta hablar mal de nadie. Es contraproducente.
– Por cierto, en su caso, ¿estudiar Ciencias de la Información imprime un cierto carácter o actitud?
– Qué va, tuve que estudiar Ciencias de la Información porque en Bellas Artes pedían un 7 y yo saque un 6,5 en selectividad. Demasiado sabiendo que no fui a clase durante 3 años. Estaba por los parques con la guitarra creyéndome Bob Dylan. La mejor época de mi vida.
– Le toca hacer una pregunta a Javier Andreu...
– ¿Qué opinas de la gente del Norte?
– Y responderla, claro.
– Súper legales. Una vez por la autopista de vuelta a Madrid le dije al conductor que parara en la autopista. Cogí la maleta, crucé la mediana, hice dedo y el primer coche paró y me llevó de vuelta. Ahí conocí a Fermin Muguruza. En un piso en el que dormíamos 14 o 15 personas. En colchonetas o en el suelo. Por la mañana: cara con cara. 'Hostias, ¿tu eres Javier Andreu?'. '¿Y tu el de Kortatu?'.
– ¿Cómo invitaría al público a ese 7 de enero en Hell Dorado?
– Si te gusta el rock, el punk y la diversión, no te lo pierdas.
– Feliz año con botas...
– ¡¡Siempre!!