Las boleras de Vitoria lanzan un SOS
Clubes y usuarios alertan del «deterioro y estado de abandono», además de que se han convertido en «baños públicos» y escenario de botellones
Las boleras de Vitoria luchan por mantenerse en pie. «Desde hace un tiempo se han convertido en escenario de botellones, una especie de baño público ... y objetivo de actos vandálicos», denuncian desde el Club de Bolos Araba y el Club Montealegre. Ellos son, en gran medida, los que hacen uso de estas instalaciones municipales. Y ellos son, también, los que han terminado asumiendo el mantenimiento. «De no ser por nosotros...», lamentan.
La semana pasada, los vecinos de Judimendi denunciaron el «deterioro y abandono» que sufre la pista del barrio. «No se puede utilizar al tener hierbajos en la madera de la loma, firme irregular y partes desgastadas». Pero su preocupación también la centra el uso que se le pueda dar en las fiestas de San Juan, ya a la vuelta de la esquina. «Como el Ayuntamiento no pone urinarios durante los festejos, este lugar se convierte en una suerte de baño público», censuraron.
«En Zaramaga colocamos un hule a lo largo de toda la pista y carteles por las paredes para que la bola ruede y no se dañe»
Club de Bolos Araba
Este caso no es más que la punta del iceberg. En Vitoria hay una decena de boleras. La actividad se concentra sobre todo en Arriaga, de modalidad burgalesa, y San Cristóbal, Abetxuko, Los Fueros y Zaramaga, donde se juega al estilo alavés. Esta última acogerá la semana que viene el campeonato de veteranos y desde el Club de Bolos Araba ya ultiman los preparativos. Unos trabajos que se centran en adecuar la pista. «Hace un par de años compramos un hule que extendemos por la pista. Y colocamos carteles en las paredes. Está tan deteriorada que la bola no consigue rodar con normalidad y además corre el riesgo de dañarse. Cada 'pack' cuesta 260 euros», apunta el vicepresidente, Florián Luna 'Kuko'.
«Los chavales se meten a hacer botellón o a orinar en los conductos por los que luego va la bola que cogemos con la mano»
Club Montealegre
En el otro extrema de la ciudad, la bolera ubicada junto al centro cívico de Hegoalde sufre otro tipo de 'heridas'. La pista no está tan deteriorada, pero se ha convertido «en escenario de botellones. Tenemos que recoger las botellas y basura cada vez que queremos jugar», explica Luna, dentro de la directiva de este club integrado por 641 socios. Este malestar también lo comparten los usuarios de la pista de petanca que se encuentra pegada. «Lo de los botellones es ya algo rutinario. Y no solo es tener que limpiarlo, sino que puedes cortarte luego al recoger la bola».
Los Fueros, con goteras
El Club Arriaga, con medio centenar de socios, juega sus partidas en la bolera del parque de Arriaga. Los problemas son los mismo que los de sus colegas. «Los chavales se meten y a la mañana siguiente tenemos que recoger las botellas, colillas, basura... Y lo peor es que orinan por el conducto donde circula la bola que luego cogemos con la mano», denuncia Raúl Puerto. Hace un par de meses entraron con una maquina karcher para darle un lavado de cara a la pista. No ha tardado en recuperar su aspecto 'feo'.
La de Los Fueros es subterránea. Pero esta instalación, una obra creada por Chillida,tampoco es ajena a las 'lesiones'. «Llevamos varios años avisando de que hay goteras. Hemos colocado un plástico en el techo para poder seguir jugando;se ha quedado ya verde del agua que tiene», denunciaLuna. Desde su club reconocen que se han adecuado pistas exteriores como en Ibaiondo o Lakua. Sin embargo, urgen actuar en el resto, «las de mayor uso», para evitar accidentes. Remarcan que aún existe afición, pero que para que siga habiendo hace falta cuidar las instalaciones.
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