Los barrios de Vitoria afectados ponen en duda la eficacia de la ambiciosa ampliación de la OTA
En Adurza celebran que se disuada así a quienes aparcan en su distrito para evitar la zona azul del centro, mientras Txagorritxu y El Pilar ven pegas
Los barrios afectados por la ambiciosa propuesta de extender la OTA a prácticamente toda la ciudad -excepto Lakua, Salburua y Zabalgana, como ayer desveló EL ... CORREO- reaccionaron ayer con sorpresa. La iniciativa, que busca la regulación del aparcamiento y el crecimiento del transporte público, ha creado división de opiniones entre los vecinos de distritos afectados como Adurza, Arana y El Pilar, entre otros, que alimenta la incertidumbre sobre la eficacia de la ampliación de la OTA. Los habitantes de Adurza creen en su mayoría que servirá para disuadir a los no residentes y a quienes quieren acercarse al centro evitando la zona azul, pero también existen vecinos que rechazan la idea de pagar ahora por un servicio (la tarjeta de residente cuesta 42,5 euros anuales) que hoy les resulta gratuito.
«No entiendo que quieran incluir barrios a los que van estudiantes, que no pueden costeárselo»
Ane Bayón, 23 años
La propuesta del Consistorio, todavía sujeta a posibles cambios antes de su aprobación y que presenta un calendario de actuación entre 2020 y 2030, ampliaría la OTA en dos fases. La primera afectaría a Adurza, San Cristóbal, Txagorritxu, El Pilar, Arana, Santa Lucía y todo el Sur, mientras que la segunda incluiría a San Martín, Ariznabarra, Zaramaga, Aranzabela y Aranbizkarra. Es decir, abarcaría toda la ciudad dentro del anillo viario interior. En el departamento de Movilidad que encabeza Amaia Barredo (PNV), consideran más sensibles los casos de Adurza y Judimendi, que se encuentran cercanos al centro urbano y carecen de aparcamiento soterrado.
Los vecinos, por su lado, muestran diversas perspectivas en cuanto a la eficacia de la medida. «Existen opiniones contrapuestas. Por un lado, si la tasa para los residentes es razonable, la implantación de la OTA disuadirá a quienes no sean de la zona y quieran aparcar de manera gratuita, pero también hay quien rechaza la idea de pagar por aparcar donde hasta ahora no se hacía», explica José Ángel Lekuona, presidente de la asociación Adurtzakoak. El portavoz, que evita pronunciarse para que su punto de vista no se asocie con el colectivo en un asunto que apenas les ha dado tiempo a debatir, afirma que la junta de la asociación ha propuesto al Ayuntamiento un encuentro para antes de fin de año, en el que buscarán información más detallada sobre el plan.
«Muchos están a favor si la tasa es razonable; otros no quieren pagar por algo que era gratis»
José Ángel Lekuona, Presidente de Adurtzakoak
Pero más allá de la liberación de las plazas de aparcamiento en ciertos barrios cercanos al centro urbano, numerosos vecinos muestran sus reticencias por el posible agravante que supondrá la medida a las zonas 'frontera', que soportarían una mayor afluencia de vehículos. «Ya de por sí hay poco sitio en hora punta, así que la gente se iría a aparcar a sitios cercanos, como Lakua. No es una solución», asegura Delia Verde, que reside en el distrito de Txagorritxu.
«Si alguien me garantizara el aparcamiento, me haría la tarjeta de residente, pero no es el caso»
Ramón Pérez, 65 años
En algunos casos, además, la preocupación se centra más en los desplazamientos puntuales a diversos barrios de la ciudad para emplear un servicio público que en un estacionamiento de larga duración. «No entiendo que quieran ampliar la OTA a El Pilar, por ejemplo, donde hay bibliotecas y zonas para estudiantes, que no se lo pueden costear y tampoco viven allí», lamenta Ane Bayón, de El Pilar. La joven, de 23 años, muestra su rechazo inicial a hacerse con la tarjeta de residente, de 42,5 euros. «Intentaría buscar sitio como fuera en la zona blanca, aunque estuviera más lejos. Y si viera que es imposible, no me quedaría otro remedio que pagarla», asegura.
«Nadie me garantiza el sitio»
En una postura similar se encuentra Ramón Pérez, de Zaramaga (correspondiente a la fase 2 de la expansión). «Si alguien me garantiza que pagando la tasa voy a aparcar rápido y seguro, no me importaría pagarla. Pero nadie me lo asegura. Creo que es una fórmula para recaudar más dinero», lamenta.
La cifra
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42,5 euros es el precio de la tasa anual para la tarjeta de residente. La OTA cuesta 1,95 euros durante la primera hora, que pasaría a los 2,05 si se aprueba la propuesta de Urtaran.
«Queremos que en cada zona aparquen solo los residentes»
Además de reducir el uso del vehículo privado, el Ayuntamiento busca 'reordenar' las plazas de aparcamiento de cada barrio para sus residentes. Así lo señala la concejala de Movilidad y Espacio Público, Amaia Barredo (PNV), quien aboga por que «el aparcamiento en superficie se dedique a la gente de la zona». La edil asegura que varias asociaciones vecinales le han indicado la «necesidad de implantar la OTA» para regular el aparcamiento de sus barrios, y señala Adurza y Judimendi como los distritos más sensibles al carecer de «parking en superficie».
«Hay zonas de deficiencia de aparcamiento. Pero no por falta de espacio, sino porque la gente no aparca en sus garajes o parkings y prefieren dejar los coches en la calle. Los días que nieva, por ejemplo, se ve claramente cómo los vehículos de pronto desaparecen», asegura Barredo. La concejala, que creará una mesa de trabajo con diferentes departamentos para perfilar una estrategia que todavía puede sufrir modificaciones, subraya que la ampliación de la OTA crea un «parking en rotación en la periferia de cada supermanzana», mientras que «libera un gran espacio público» para los residentes en el interior de la misma.
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