Piden rematar la investigación sobre el templo de Ermualde, en Llodio
Se hicieron seis campañas entre 2013 y 2019 y el trabajo ha quedado sin concluir por la falta de medios
Las Juntas Generales de Álava se han llevado esta mañana una sorpresa cuando han sabido de la historia del santuario de Santa María del Yermo, ... en Llodio, un templo del siglo XV. Apenas conocido, el investigador Sergio Escribano se ha dirigido a la Cámara foral para recordar que las seis campañas de excavaciones realizadas entre 2013 y 2019 necesitan tener un remate digno de la importancia del templo. La entrega de los materiales encontrados en las excavaciones como una moneda del siglo XII y una hebilla del XIII está ya prácticamente terminada y «tengo apalabrado un trabajo de fin de grado para estudiar la dieta de la población medieval y sus patologías», añadió Escribano. Es algo similar a lo que se ha hecho con algunos de los enterramientos de los siglo XVI y XVII. «En la necrópolis se ven las diferencias porque hay un párroco enterrado al revés que es el único que consumía pescado y fumaba. Los hombres, enterrados en la primera fila comían carne y las mujeres, tenían un dieta de lácteos». También se han detectado enfermedades como raquitismo, escorbuto y gota.
Lo que queda es una memoria final, que sería el libro de los hallazgos realizados y su explicación, además de otros detalles para los que Escribano ha reclamado financiación porque con los medios de los que él dispone como profesor de la UPV, el acceso es muy limitado.
Dos templos
El santuario de Santa María del Yermo nació en el siglo XI-XII e inicialmente era una pequeña iglesia, con una necrópolis a sus pies y un pequeño anexo para «guardar los impuestos». Posteriormente, en el siglo XIII se construye una segunda iglesia y aparecen viviendas de los obreros a su alrededor. De esta época es una tumba única que se usa hasta siete veces y otros 23 enterramientos más comunes en otra zona de la iglesia. La iglesia románica inicial evoluciona hacia un modelo gótico, respaldado por «un vano geminado escondido detrás del retablo», ha explicado Escribano.
Es en el siglo XV, cuando se construye el templo actual, aumenta de tamaño. La presencia de la nobleza se hace notar desde el siglo XIII con nombres como los Ayala o los Anuncibai, emparentados, que recaudan los bienes de la iglesia, hasta que en el siglo XVI el Obispado decide recuperarlos. Escribano destacó que «parece que es un ejemplo de poblamiento atlántico con un hábitat disperso alrededor de una iglesia, que debería estar recogido en la historia de Álava», alejado del modelo de otras zonas con espacios más agrupados.
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