Indemnizan a un trabajador de Aceros de Llodio por su exposición al amianto

La sentencia que reconoce el derecho a esta indemnización en favor de Alonso, ha sido dictada por el Juzgado de lo Social número once de Bilbao y condena a Sidenor Aceros Especiales y Cofivacasa (una sociedad instrumental participada en su totalidad por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), según ha explicado este lunes la Asociación de Victimas del Amianto, Asviamie, que reclama a las dos empresas que «pidan perdón por el daño causado, por incumplir durante décadas la normativa de seguridad del amianto». El dictamen estima parcialmente la demanda del trabajador llodiano que reclamaba una indemnización de 323.000 euros por los daños ocasionados.

El de Simón Alonso ha sido un largo proceso judicial que se inició con el diagnóstico de su enfermedad en noviembre de 2018 cuando el hospital de Galdakao apuntó en su informe la «sospecha de enfermedad profesional». También el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan «define como posible y probable la exposición, como consecuencia de su actuación productiva» al tiempo que «está acreditada la presencia de amianto en Sidenor Basauri por las sentencias recaídas en otros procesos judiciales», ha explicado Asviamie.

Simón Alonso trabajó como instrumentista en Aceros de Llodio. Su tarea consistía en controlar las fuentes de calor en los hornos de fundición. «Cuando realizaban la medición desde el techo del horno, colocaban placas de amianto, que tenían a su disposición de forma cotidiana. Esas placas se degradaban, dispersando fibras de amianto. El ambiente era muy polvoriento, con humos metálicos, fibras de amianto y gases». Durante esta tarea «el trabajador no dispuso de equipos de protección individual adecuados, no consta que se le advirtiera del riesgo del amianto, ni la empresa evaluó el riesgo», explica la asociación de víctimas.

Simón Alonso demandó en primer lugar al Instituto de la Seguridad Social, a las empresas en las que trabajó y las mutuas Asepeyo. MC Mutual y Universal hasta lograr en mayo de 2020 una incapacidad permanente absoluta que la Seguridad Social le había denegado. Esa sentencia fue posteriormente ratificada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

«Cofivacasa ha reconocido la existencia de responsabilidad empresarial», explica Asviamie. Mientras tanto, Sidenor Basauri asegura que cuando Simón Alonso trabajó en la empresa (entre 1992 y 2009) «ya no existía exposición al amianto, pese a los hechos probados, que recoge la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en septiembre de 2022, donde varios testigos ratificaron la presencia de amianto». En Basauri, Simón Alonso trabajó en la sección de acabados y control de chispa y medida del material mientras en los hornos de la empresa se seguía usando amianto para proteger los elementos estructurales frente a las altas temperaturas.

La Asociación de Víctimas del Amianto ha reclamado a las empresas condenadas «que abandonen la vía de los recursos judiciales, tras las múltiples sentencias que señalan su responsabilidad por el desprecio a la prevención de los riesgos higiénicos y de las sustancias cancerígenas en particular, que reconozcan de una vez, el daño causado por el incumplimiento preventivo y opten por reparar el daño causado a las víctimas».