

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El valle de Ayala pierde una de sus firmas más emblemáticas. Con 90 años a sus espaldas, Guardian anunció ayer a la plantilla y al Gobierno vasco el cierre de su fábrica de Llodio. La decisión fue comunicada el lunes por la tarde a los ... sindicatos y se hizo pública ayer. La medida, que llega «con seis meses de preaviso», supone un mazazo para una zona de Euskadi que ya ha vivido en los últimos años otras clausuras industriales. La de Guardian supondrá el despido de 171 trabajadores en la comarca. Ahora falta por ver cómo se concretará el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que organizará la salida de estos empleados y que, salvo que cambien las cosas, se presentará en marzo.
La empresa explicó a los sindicatos que el cierre se debía a una avería de calado en el horno 'float' de la factoría. Una infraestructura que se renueva periodicamente y que la última vez, en 2011, requirió una inversión de 40 millones para Guardian. Esta maquinaria industrial, según la empresa, ha experimentado un «reciente e imprevisto daño crítico» en la pared de carga «que impide a la compañía seguir operando de manera segura y fiable» en Llodio.
El desmantelamiento de la fábrica se hará por fases. Lo primera será enfriar el horno. Después, «la intención de Guardian es proceder con los pasos legalmente necesarios, incluida la información y negociación con los trabajadores y sus representantes, para cerrar el centro de trabajo de Llodio, procediendo al cese definitivo y liquidación de la actividad», confirmó la firma a través de un comunicado.
Noticia relacionada
Miembros de la plantilla admiten que sabían «que el cierre podía ocurrir, pero esperábamos que fuera más adelante, hacia el año 2028, no que se adelantara tanto». Los rumores sobre el fin de Guardian circulaban en Llodio desde que se planteó la desaparición de su filial, Glavista, en 2020.
El fabricante de parabrisas formaba parte de Guardian hasta que se vendió al fondo suizo Parter Capital. Desde entonces, la actividad de la empresa fue decayendo hasta su cierre definitivo. La plantilla de Glavista ya había alertado en varias ocasiones de «la desindustrialización» de la comarca, dado que fueron los primeros en conocer y sufrir en sus propias carnes los planes de reestructuración del fabricante de vidrio.
La noticia conmocionó a la comarca, ligada al sector del vidrio desde hace décadas. Guardian ha sido uno de los proyectos tractores de la economía de Llodio durante años. A lo largo de su dilatada historia, la firma no ha estado exenta de sonados conflictos, como la huelga que secundó la plantilla en los años setenta para pedir un incremento salarial lineal y acortar las diferencias entre categorías. En noviembre de 2012, se produjo otro paro de 57 días tras la presentación de un expediente que iba a suponer el despido de 139 operarios.
Noticia relacionada
La planta figura dentro del mapa del patrimonio industrial vasco. Y es que lo que hoy es Guardian comenzó en 1934 como Villosa (Vidrierías de Llodio S.A) dedicada a la fabricación de vidrio plano para la construcción y para automóviles. En su fundación fue determinante el papel de Carlos Delclaux. El prestigioso industrial eligió su ubicación por la cercanía al ferrocarril y a Bilbao. Las mismas razones le llevaron unos años más tarde, en 1965, a fundar lo que es Vidrala, dedicada a la fabricación de envases de vidrio y situada justo enfrente.
La factoría que cerrará este año vivió su momento de esplendor en los años 70, cuando llegó a tener hasta 1.500 empleados, lo que la convirtió en la fábrica de vidrio más importante de Europa. En 1984 se produjo la entrada de la multinacional americana Guardian, que adquirió el 48% de la compañía y el total de las acciones al año siguiente. El cambio de nombre llegó asociado a la compra. Con el tiempo, la plantilla se ha ido reduciendo hasta el cierre definitivo de ahora.
Guardian desgajó en 2020 la sección de parabrisas (Glavista), que se vendió a Parter Capital. Fue el principio del cierre definitivo producido el año pasado tras una suspensión de pagos, con 240 trabajadores afectados. Mientras esto se producía, Guardian había paralizado el relevo generacional de su plantilla y apenas hacía nuevos contratos. En paralelo, algunas de las tareas que se realizaban en la planta de Llodio se han ido trasladando a otras factorías del grupo, hoy propiedad de la multinacional americana Koch.
Antes ya se habían desmantelado otras líneas de producción de Guardian en la comarca. En 2023 la plantilla incluso se llegó a concentrar dos días para denunciar «la falta de inversiones, la reducción constante de plantilla sin contrataciones y la actitud totalmente pasiva de la dirección».
La planta de Llodio puede presumir de haber fabricado el vidrio que recubre algunos edificios emblemáticos como la torre Khalifa de Dubai. En Bilbao su vidrio está en la sede del Departamento de Salud, la de la Policía Municipal y los Bomberos, en Miribilla, o la clínica de IMQ. Además de la sede de Llodio, Guardian cuenta con otra planta en Tudela, sobre la que de momento no se ha anunciado ningún cierre. En suelo navarro trabajan otras 270 personas que instaron ayer al Gobierno de Pamplona a contactar con la empresa para conocer sus planes con su centro de producción.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.