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A las puertas de una semana clave para el futuro de Guardian Llodio, con el apagado del horno previsto para el miércoles, el Gobierno vasco ... apura las horas y mueve ficha para evitar la parada de esta infraestructura clave para la antigua Villosa. Tal y como avanzó ayer la web de EL CORREO, el Ejecutivo autonómico ha ofrecido a la multinacional americana una «asesoría técnica independiente» para evaluar el estado de la máquina industrial y determinar los daños que sufre antes de pulsar el botón de parada.
Fuentes del Departamento de Mikel Jauregi confirmaron que han trasladado su «asombro y malestar» a Guardian por el adelanto de la parada completa del horno a este miércoles. El plan inicial de la compañía era detenerlo el 3 de febrero, cinco días más tarde. Pero la dirección cambió repentinamente su propio plan a última hora del viernes, después de que los sindicatos programarán una huelga indefinida a partir del 2 de febrero.
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El equipo del consejero de Industria tiene concertada mañana una reunión con la multinacional para analizar las alternativas al cierre de la factoría y evitar una medida que supondría la destrucción de 171 puestos de trabajo. En los próximos días también se espera que se produzcan contactos entre el Ejecutivo y la parte social, que también tiene previsto citarse con representantes de la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Llodio.
Según estos mismos medios, Lakua ha solicitado a la multinacional que no adopte «ninguna acción que pueda hipotecar el futuro de la actividad de la planta antes de celebrarse el encuentro» entre los responsables de Industria y Guardian. De hecho, las autoridades autonómicas han sugerido a la compañía alternativas para solventar los problemas detectados en el muro de carga del horno de vidrio flotado. Entre las opciones aparecen planteamientos como una parada en caliente para preservar su integridad.
También se ha propuesto una asesoría técnica, que el Departamento de Industria espera que sea pactada entre las partes, para evaluar el horno y «analizar posibles soluciones». Lakua, además, ha pedido a Guardian que las relaciones entre el Gabinete de Imanol Pradales y la compañía se den con un «diálogo continuo» y «confianza mutua».
El movimiento llega en un momento clave de cuenta atrás para la plantilla de la planta alavesa. El cambio de planes de la firma americana les coloca en una situación en la que empezarían a negociar los despidos en marzo, ya con el horno prácticamente irrecuperable.
Según denunció el pasado viernes el comité, el apagado de esta infraestructura la dejará «inservible porque se dejará morir sin retirar el vidrio ni el estaño de su interior». Este modo de proceder, sin vaciado, apuntan los sindicatos, «supondría inutilizarlo de forma total». «Elevaría los costes de forma exponencial a cualquiera que quisiera reanudar la actividad», añadieron estos mismos medios.
La medida, por tanto, dificultaría todavía más la llegada de unos inversores que, en cualquier caso, ya se antoja complicada. El actual horno de vidrio flotado costó 40 millones en 2011. El capital que requeriría mantener la actividad hace casi imposible alternativas como la constitución de una cooperativa entre los trabajadores.
Además, el consorcio de exdirectivos que intentó salvar a Glavista -la filial de automoción de Guardian, que entró en concurso de acreedores pocos meses después de su venta al fondo suizo Parter Capital- ya ha disuelto Amine, la sociedad a través de la cual se intentó articular un fallido plan de rescate. Fuera de ahí, apenas un puñado de empresas se dedica a la actividad de Guardian a nivel mundial, y los precios de la energía, particularmente el gas, tampoco invitan a invertir en compañías del sector vidriero en Europa.
La factoría de Llodio, con más de 90 años de andadura, forma parte de la historia del Valle de Ayala. La antigua Villosa es la industria más antigua de una comarca que en los últimos años ha tenido que lamentar la clausura de otras empresa como Lipmesa, Vicalde o la propia Glavista.
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En paralelo a los movimientos del Ejecutivo autonómico, hoy se espera una jornada intensa para los 171 empleados de Guardian. Los sindicatos han convocado a la integrantes de la plantilla a dos asambleas de trabajadores -una programada a las 10.00 y la otra a las tres de la tarde- para dar luz verde a una huelga indefinida que comenzará este jueves, un día después de la nueva fecha de apagado del horno 'float'. ELA y LAB ya han registrado un preaviso de huelga para el jueves 30, el primer día que les permitía la ley. Para el mismo miércoles del 'apagón' está convocada una concentración de protesta que arrancará en torno a las siete de la mañana a las puertas de la factoría.
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