Aficionados al pádel de Llodio piden más pistas y mejor gestión del alquiler
El club de pádel, con doscientos socios, reclama mejoras en las pistas actuales, que están saturadas, ante el aumento de la demanda
Los doscientos socios del club de pádel de Llodio se enfrentaron a primera hora de la mañana de ayer, como todas las semanas, al ritual ... de los lunes; hacer cola durante casi una hora para pedir cita en el polideportivo de Gardea y poder jugar en la primera semana de enero en alguna de las dos pistas del complejo. «Tenemos que madrugar para hacer cola y coger cita porque de lo contrario, nos quedamos sin sitio», explicó Iñigo Saratxo, uno de los aficionados mientras esperaba su turno. Le acompañaba Carlos Yuste. «Llevamos así desde que empezamos a jugar, hace tres años, cuando en otros sitios se hace con mucha más comodidad a través de la web», lamentó.
La veintena de aspirantes a conseguir una plaza, hacían cola ayer en la entrada al centro social de Gardea. Cada uno, reserva plaza para las cuatro personas que forman el equipo con las comparten la pista. «Solo tenemos dos zonas de juego y tendrían que hacer alguna más porque creemos que van a ser tan rentables como las que ya están funcionado», comentaban.
Las dos únicas pistas públicas de pádel con que cuenta Llodio, dan servicio a los aficionados de toda la zona de Ayala. Se inauguraron en marzo de 2018 tras una recogida de firmas. Kepa Alaña, miembro de la junta directiva explicó que «nos hemos visto obligados a alcanzar acuerdos con los clubes de Gorbeia, Arrigorriaga y Zarátamo para ofrecer a nuestros socios la posibilidad de jugar». Tanto Luiaondo como Amurrio tienen prevista la construcción de equipamientos de este tipo desde hace un par de años, pero todavía no se han materializado. A la escasez de pistas, se une el mal estado de las que ya hay. «La hierba artificial está tan desgastada que resbala y en algunos tramos el tapiz está abierto. Además, nos entra agua cuando llueve» añadió Alaña. Y es que la demanda sigue en aumento, especialmente después de la pandemia porque permite la práctica al aire libre.
El club organiza un campeonato mensual en el que participan 75 parejas y cada una de ellas juega tres partidos al mes. Solo con esa demanda, ya está casi lleno el calendario de uso de las pistas y «no podemos dar clases para aprender a jugar porque no hay espacio», argumentó Alaña.
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