Adif construirá en Lezama e Izarra dos nuevos apartaderos para trenes

La ampliación de la longitud de las vías de Orduña no resuelve el largo camino de vía única que hay entre Orduña y Miranda de un centenar de kilómetros. La vía sólo se desdobla en algunos puntos y Adif ha planeado construir dos apartaderos en el camino, en las estaciones de Lezama e Izarra para facilitar el tránsito de las mercancías. La estación de Orduña está a 393 metros de altitud y para llegar a la de Lezama, a 456, los trenes tienen que hacer frente a una larga subida llena de curvas prolongadas para salvar el desnivel. La llegada a Izarra, a 610 metros, marca el final de 'La Cuesta' como es conocido en el argot ferroviario al paso hacia la Meseta para llegar a la localidad burgalesa de Miranda de Ebro.

La mejora de la «interoperabilidad de la red ferroviaria» y de la «calidad del servicio, principalmente para los tráficos de mercancías» que persigue Adif estaba ya en el convenio que firmó en 2019 con la autoridad portuaria para mejorar el transporte de mercancías por tren en la línea Bilbao-Miranda. Ese documento ya recogía una inversión de más de diez millones de euros en la estación de Orduña para ampliar las vías porque hasta ahora solo podían parar en la estación vizcaína los trenes de 500 metros de longitud. Las modificaciones que se están haciendo en la estación facilitarán que las unidades más largas puedan esperar en las estaciones con apartaderos hasta que pase otro tren de mercancías o de pasajeros. La previsión de Adif es que la reforma de las vías en la estación de Orduña pueda estar terminada a principios de 2024.

En el caso de Lezama la construcción del apartadero, que está en fase de expropiación de terrenos, ha exigido la demolición previa del antiguo edificio de viajeros, abandonado desde hace años, y que estaba propuesto para ser declarado como monumento. Hace un año que desapareció y ya no habrá oportunidad de conservarlo. Desde hace muchos años, toda la circulación que pasa por la estación se controla desde un edificio que tiene el servicio automatizado y que no necesita la presencia de personal para su gestión. Tampoco paran trenes de viajeros en Lezama, que ve pasar con resignación los trenes de mercancías y los Alvia de largo recorrido que se dirigen a Barcelona y Madrid.

La obra que se ha planeado para Lezama «permitirá el estacionamiento y apartado de trenes de longitud estándar interoperable, favoreciendo las operaciones y las maniobras de trenes en tránsito por esta línea ferroviaria. Estos trabajos permiten una mayor capacidad de tráficos y la mejora de la competitividad de los servicios de carga», ha señalado Adif. Lograr ese objetivo exige una intervención amplísima que incluye «modificaciones en la plataforma de vía, el desplazamiento de los desvíos, y la retirada del carril, las traviesas y la capa de balasto, así como la reposición de la vía hasta alcanzar los 750 metros. La prolongación también requiere de actuaciones para ampliar la electrificación, así como adecuar los aparatos de vía, las comunicaciones y las instalaciones de seguridad. Además, se renovarán las traviesas en la vía cuatro y se harán obras de drenaje».

En el caso de Izarra, donde todavía no hay proyecto definido para la obra que se va a realizar, la estación ya está funcionando en la actualidad como apartadero porque cuenta con cinco vías que hacen esa tarea, aunque ninguna cuenta con capacidad para trenes de 750 metros de longitud. El apeadero no tiene tráfico de pasajeros desde hace años.