AVS testará los sistemas que incorporará en el futuro Lur-2
La firma está instalando en Reino Unido el sistema de propulsión del hermano mayor de Lur-1 antes de traerlo
La misión de AVS servirá, según su primer ejecutivo, Miguel Ángel Carrera, para «probar nuevos sistemas» que ha desarrollado la compañía en los últimos meses. ... Especialmente, los de propulsión, software y acoplamiento. Algunos de ellos, como el de propulsión, serán los que en el futuro llevará Lur-2, el 'hermano mayor' de Lur-1 y siguiente satélite en la lista de lanzamientos de la firma alavesa.
Según el CEO de la tecnológica, esta sonda se encuentra ahora mismo en las instalaciones de la compañía en Westcott, una pequeña localidad entre Londres y Birmingham, en el Reino Unido. Allí se están instalando los nuevos sistemas de propulsión antes de ser enviado de vuelta a Miñano, donde el orbitador será sometido a nuevas tareas con el fin de prepararlo para su lanzamiento.
La empresa alemana RFA será la encargada de llevar a Lur-2 al espacio, aunque aún no se sabe cuándo
¿Cuándo llegará el momento de que ese satélite llegue al espacio? Todavía es una incógnita. En los planes de AVS está enviar el satélite con otra empresa distinta a SpaceX: la alemana Rocket Factory Augsburg (RFA). Sin embargo, esta compañía se encuentra en una fase todavía muy incipiente después de que el primer test de su cohete, realizado el pasado 19 de agosto, acabase con todo envuelto en una enorme bola de llamas.
Desde entonces, RFA ha centrado sus esfuerzos en volver a testar su cohete a lo largo de este 2025. La firma teutona, de hecho, consiguió el pasado enero los permisos de Reino Unido para convertirse en la primera empresa de Europa en lanzar cohetes verticales. Así, RFA podría ser el encargado de llevar a Lur-2 al espacio con su astronave de 30 metros desde las islas Shetland, al norte de Escocia.
SpaceX, una opción cara
Si los alemanes, por contra, no consiguiesen desarrollar su cohete de forma exitosa, sería cuando AVS exploraría otras opciones. Una de ellas podría ser incluso volver al Falcon 9 de SpaceX. Aunque volar con Elon Musk no es barato: la empresa del magnate pide 330.000 dólares por el 'billete al espacio' para cada satélite de 50 kilos. A partir de ahí hay que sumar un plus de unos 6.000 dólares por cada kilo «extra». Y a eso habría que sumar la espera: para ir al espacio, Musk no ofrece billetes hasta febrero de 2027.
Si se quiere ir en esa primera opción, la factura es mucho más cara, porque sólo queda espacio para los satélites más grandes, de 300 kilos. El precio por ese primer vuelo es de 1,95 millones. Si se busca un precio más razonable, la espera va hasta el segundo trimestre de 2027.
A las labores de SpaceX para transportar sondas ajenas se suman los lanzamientos para crear la red de Starlink –la empresa de Musk que ofrece servicios de telefonía por satélite– y las misiones de agencias espaciales. Este domingo, tras los satélites de AVS, el multimillonario enviará al espacio a cuatro astronautas dentro de la misión Axiom 4.
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