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Viernes, 13 de noviembre 2020, 19:52

Modo oscuro

Hace dos meses que Álvaro y Markel estrenaron piso en el barrio de Zaramaga y nada ha hecho que den marcha atrás. Ni el agobio que pueden suponer las tareas del hogar, ni el choque de caracteres, ni –por supuesto– su discapacidad intelectual.

Hace dos meses que Álvaro y Markel estrenaron piso en el barrio de Zaramaga y nada ha hecho que den marcha atrás. Ni el agobio que pueden suponer las tareas del hogar, ni el choque de caracteres, ni –por supuesto– su discapacidad intelectual.
Hace dos meses que Álvaro y Markel estrenaron piso en el barrio de Zaramaga y nada ha hecho que den marcha atrás. Ni el agobio que pueden suponer las tareas del hogar, ni el choque de caracteres, ni –por supuesto– su discapacidad intelectual.

Ellos cocinan bajo la atenta mirada y asesoramiento de su educadora, Maitane. Siempre, comida equilibrada. Markel saca del horno conejo con patatas panadera.

Ellos cocinan bajo la atenta mirada y asesoramiento de su educadora, Maitane. Siempre, comida equilibrada. Markel saca del horno conejo con patatas panadera.
Ellos cocinan bajo la atenta mirada y asesoramiento de su educadora, Maitane. Siempre, comida equilibrada. Markel saca del horno conejo con patatas panadera.

Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.

Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.
Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.

Álvaro y Markel organizan con su educadora el reparto de las tareas de la casa, diseñan el menú de la semana, hacen la lista de la compra y llevan la contabilidad doméstica.

Álvaro y Markel organizan con su educadora el reparto de las tareas de la casa, diseñan el menú de la semana, hacen la lista de la compra y llevan la contabilidad doméstica.
Álvaro y Markel organizan con su educadora el reparto de las tareas de la casa, diseñan el menú de la semana, hacen la lista de la compra y llevan la contabilidad doméstica.

Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.

Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.
Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.

«Nos sabemos coordinar», admite Álvaro cuando se le pregunta quién de los dos hace mejor las labores del hogar.

«Nos sabemos coordinar», admite Álvaro cuando se le pregunta quién de los dos hace mejor las labores del hogar.
«Nos sabemos coordinar», admite Álvaro cuando se le pregunta quién de los dos hace mejor las labores del hogar.

Aquí sí que se come sano. El jueves había purrusalda para almorzar y conejo al horno con patatas panaderas para cenar, y siempre hay un frutero repleto de mandarinas sobre la mesa del salón para evitar el insano picoteo mientras ven la televisión

Aquí sí que se come sano. El jueves había purrusalda para almorzar y conejo al horno con patatas panaderas para cenar, y siempre hay un frutero repleto de mandarinas sobre la mesa del salón para evitar el insano picoteo mientras ven la televisión
Aquí sí que se come sano. El jueves había purrusalda para almorzar y conejo al horno con patatas panaderas para cenar, y siempre hay un frutero repleto de mandarinas sobre la mesa del salón para evitar el insano picoteo mientras ven la televisión

En su tiempo libre, Markel toca el teclado.

En su tiempo libre, Markel toca el teclado.
En su tiempo libre, Markel toca el teclado.

Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.

Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.
Las listas de tareas pendientes y compras que hay que hacer reinan en toda la casa.

Álvaro tiende la colada.

Álvaro tiende la colada.
Álvaro tiende la colada.

Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.

Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.
Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.

Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.

Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.
Álvaro sigue en su cuarto a través de la tablet los últimos minutos del CSKA de Moscú-Baskonia.

Markel se relaja en su dormitorio leyendo una novela.

Markel se relaja en su dormitorio leyendo una novela.
Markel se relaja en su dormitorio leyendo una novela.

Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.

Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.
Pese a tener sus diferencias son unos compañeros de piso dignos de película, que tan sólo coinciden en su afición por el Baskonia, el Athletic Club y sus ganas de vivir juntos.

Álvaro trabaja en la empresa Caype y Markel en la sección de fitness de Decathlon. Al llegar a casa, disfrutan de un momento de tele y sofá.

Álvaro trabaja en la empresa Caype y Markel en la sección de fitness de Decathlon. Al llegar a casa, disfrutan de un momento de tele y sofá.
Álvaro trabaja en la empresa Caype y Markel en la sección de fitness de Decathlon. Al llegar a casa, disfrutan de un momento de tele y sofá.

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elcorreo El día a día de Álvaro y Markel, los primeros alaveses con síndrome de Down que se emancipan