Los alumnos extranjeros vuelven al campus de la UPV: «Soy de Japón y me gustaría aprender euskera»
La Universidad del País Vasco recibe este curso a más de 1.000 estudiantes de diferentes partes del mundo, 137 se instalarán en Vitoria
«Bienvenidos, Welcome, Ongi Etorri». En estos tres idiomas han recibido los representantes de la UPV/EHU a los alumnos extranjeros que este curso estudiarán en el campus. Pero podía haber sido en muchos más, porque hasta Vitoria han llegado jóvenes de Italia, Croacia, Francia, Inglaterra, Japón… y diferentes países de Sudamérica. También de otras universidades españolas gracias al programa de movilidad SICUE. En total serán más de 1.000 alumnos en el conjunto de la UPV, 137 de ellos en el campus de Álava, donde este lunes se ha celebrado un acto de bienvenida.
«Me he animado a realizar esta experiencia porque desde pequeñito me ha interesado España y también los diferentes idiomas», confesaba Pinto Nakamura, japonés de 19 años y estudiante de la Facultad de Economía y Empresa. «Durante el tiempo que esté aquí me gustaría aprender euskera», compartía el joven muy animado. Con el pañuelo de cuadros típico de la capital alavesa al cuello, como el resto de sus nuevos compañeros, Nakamura establecía ya sus primeros contactos en los bancos exteriores de la Facultad de Letras. «Quiero hacer muchos amigos y visitar Barcelona, Madrid, Francia…», aseguraba muy sonriente.
A lo largo de la mañana, el alumnado visitante ha tenido la oportunidad de disfrutar de un programa festivo que incluía taller de talos, deporte rural o música. «Nos honra que hayáis elegido nuestra institución para emprender el viaje a una nueva cultura, una nueva lengua y un nuevo entorno. Serán unos meses plagados de primeras veces y los recuerdos perdurarán a lo largo de la vida», les ha animado durante el acto de bienvenida Junkal Gutiérrez, vicerrectora de Euskera, Cultura e Internacionalización de la UPV. Escuchaba atenta sus palabras Tea Pendes, una joven de 24 años llegada desde Croacia. «La pandemia me impidió los años anteriores hacer Erasmus, así que tengo muchas ganas. Conozco poco de Euskadi porque mi primera opción era Valencia», admitía esta alumna de Economía y Marketing que comparte piso con una italiana en el centro de la ciudad.
Para Tommaso Papa, esta es su segunda experiencia de movilidad en el extranjero. «El año pasado estuve en Gran Canaria y fue increíble, ¡tenía que repetir seguro!», afirmaba entusiasmado este italiano de Florencia matriculado en Filología. Ya se ha apuntado a un curso para aprender euskera por la curiosidad que le produce el idioma, y probablemente también participe en alguna de las actividades deportivas y culturales del campus. «Vivo en un piso en el Casco Viejo con un argelino y dos rusas, siempre voy a la 'Kutxi' y me encanta el ambiente. Y también he conocido a varios italianos que están en la UPV», relataba entusiasmado el joven.
Miedo a no querer irse
Mónica Dilei, de 22 años, es una de las jóvenes que han llegado desde Sudamérica. En concreto desde Chiapas, México. «Elegí el País Vasco porque hace frío y quería vivir algo diferente. También me gustaba Vitoria porque desde aquí me puedo mover a muchos sitios», aseguraba esta estudiante de Filología que desde hace una semana se ha instalado en un piso cercano al campus. «Antes de venir tenía miedo a lo desconocido, pero ahora mi miedo es no querer irme de aquí», señalaba sincera.
Al acto celebrado en la Facultad de Letras no ha faltado la vicerrectora del campus de Álava Manoli Igartua, que ha animado a los recién llegados a aprovechar al máximo esta oportunidad y a integrarse en el entorno. «Estáis aquí para estudiar pero también para divertiros, explorar Vitoria y Euskadi y hacer amigos para el resto de vuestra vida. Espero que vuestra estancia sea lo más enriquecedora posible». En la bienvenida ha participado también el concejal de Administración Municipal y Transformación Digital, Borja Rodríguez, que ha invitado a los jóvenes a disfrutar de la capital alavesa. «Nuestra ciudad os ofrece un sinfín de posibilidades de enriquecimiento. Patrimonio, actividades culturales, deportivas, sociales… es una ciudad manejable para moverse fácilmente en bici o transporte público».