Borrar
Un detalle de la novela gráfica. antonio altarriba y sergio garcía

Altarriba inicia un viaje por el horror

El guionista y el dibujante Sergio García preparan una novela gráfica sobre un chico que huye del Congo a Europa

Domingo, 10 de abril 2022, 03:57

«Nació a los doce años», dice Antonio Altarriba de su protagonista. Así fue, en efecto. Después de pasar el tramo final de la gestación como trabajador de unas minas de coltán. El chico congoleño, uno de los miles de niños mineros en su país, queda atrapado en un angosto agujero de una explotación de coltán y es rescatado por un compañero. Así, asoma a la luz para iniciar toda una aventura hacia un futuro incierto en la rica Europa.

Este tipo de migración «es un tema fundamental del libro». Pero Altarriba enmarca el fenómeno en un momento en que desde el viejo continente «hay una actitud tan acogedora y sin problemas para las víctimas de la guerra en Ucrania y tan cicatera y limitadora para otra gente que huye también de conflictos y situaciones atroces. Ahí están los campos de refugiados en el sur de Europa o los saltos a las vallas de Ceuta y Melilla y devoluciones en caliente», apunta el escritor.

El autor de Vitoria conjuga, como en otras obras, una fórmula estética concreta y una denuncia social.Si en sus trabajos con el dibujante Kim –'El arte de volar', 'El ala rota'– había «una crónica histórica y familiar, con un registro muy emocional», en la trilogía 'Yo, asesino'-'Yo, loco'-'Yo, mentiroso' buceaba en tramas negras «en clave de thriller, de estilo muy distinto». Además, las aportaciones gráficas de Keko resaltaban contrastes de blanco y negro, con grandes superficies oscuras «y atmósferas más densas y agobiantes, más acordes con el género».

Ahora, con el dibujante granadino Sergio García, Altarriba plantea otra estética, que aparece como más luminosa y ligera, a la que se le añade el factor de la paleta de color, ausente en las obras previas. En la nueva novela gráfica se combinan situaciones muy duras y los bellos entornos naturales de África. «Hay momentos líricos, poéticos y afectivos», comenta el guionista, que dejará ver al lector esas situaciones terribles en un entorno de paisajes cuasiparadisíacos.

Y con una riqueza tremenda.Por ejemplo, la zona de Kivu, al Norte de la República Democrática del Congo, «es una región selvática muy cotizada, con mucho coltán y otros minerales raros, como el cobalto, el cesio, el litio, el uranio o el cadmio. Todo esto es muy codiciado y hay una inestabilidad política para favorecer flujos mercantiles en río revuelto». Altarriba incluso señala a «una compañía china depredadora, que financia guerrillas para tener controlados los yacimientos», lo que complementa con algunas mordidas a distintas autoridades.

Niños soldado

Al igual que muchísimos niños entre 10 y 12 años «que pueden moverse muy bien por túneles estrechos», el protagonista empieza en una mina. Pero una deriva «que es relativamente habitual, le lleva a ser enrolado como niño soldado». Éstos son denominados 'kadogos' en la zona, donde pueden sumar «entre 2.000 y 4.000» en las diferentes guerrillas.

Una página que permite observar el estilo del nuevo cómic. antonio altarriba y sergio garcía

Antonio Altarriba ha recurrido a diversos libros para documentarse sobre el país y sus circunstancias. Pero las informaciones más vivas las ha obtenido a travbés de la ONG Jambo Congo «que gestionan personas en Álava» y que cuentan con un centro escolar gestionado por monjas, con diferentes talleres de formación profesional. «Intentan recuperar y reintegrar en la sociedad a los niños soldado, les enseñañ oficios y les dan otras alternativas al AK-47», el popular fusil de asalto.

No obstante, las terapias con psicólogos «dan resultados mínimos. Un niño con el fusil confunde a veces juego y realidad. Son de tiro fácil y para entrar en la milicia les someten al rito de iniciación de matar a su propia familia, para que sólo tengan a la guerrilla. Les dan un collar con un frasquito, 'dava', la poción que les hará invencibles y que, al parecer, es metanfetamina: les da más rendimiento y pierden el miedo», describe el autor.

Junto a Sergio García, tiene ya preparado medio centenar de páginas que verán la luz en la primavera de 2023, con otras cien más. Será una novela gráfica que, como todos los trabajos de Altarriba, supondrá un importante hito en el panorama del cómic. Tanto en España como en otros países y, sobre todo, en Francia, donde el guionista es muy reconocido y respetado. Pero, a veces, esto nobliga a replantearse alguna cuestión. Como el nombre del protagonista, que era Kifoku y podía parecer una especie de juego de palabras en lengua gala. Por este motivo, el guionista lo cambió por Nivek, otra denominación de origen suajili bastante común.

Realismo mágico africano

La herencia del colonialismo belga en 'Congo' –título provisional de este cómic en estadio de work in progress– se refleja en el nombre francófono del amigo de Nivek, Joseph, con quien iniciará una ruta para escapar de la miseria y la guerra. Saldrán a través de la selva virgen, por Ghana o el desierto libio y con los mil peligros de ladrones que saquean a los migrantes, esclavistas, guías estafadores, violadores... con la brújula en el Norte. Hacia una Europa que no es amistosa ni acogedora con los suyos.

Los ritos tradicionales animistas y el realismo mágico africano también asomarán a las páginas. Un chamán que busca recuperar su estatus llevará a Nivek como aprendiz para atender de una enfermedad a un rey, «Zafoa III, que existe realmente». Todo ello, en el marco de «la odisea más dura y representativa de nuestros tiempos».

De los 'Cuerpos del delito' a la guerra en el rostro de Putin

La personalidad gráfica del nuevo cómic de Altarriba proviene de los lápices y tintas de Sergio García (Guadix, 1967).Este dibujante y teórico de la historieta, que ha trabajado sobre todo en Francia con obras como 'Amura' (Glénat), 'Anatomía de una historieta' (Ediciones Sinsentido) o 'Historia de una página' (Glénat). Estudió Artes Gráficas en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, donde en la actualidad es catedrático. La colaboración entre el guionista y el ilustrador andaluz se plasmó en 2017 en 'Cuerpos del delito', en torno a cuatro personajes en la Sarajevo de 1994. «Está my solicitado, por ejemplo ha hecho portadas para 'The New Yorker', la meca de todo ilustrador». En España ha hecho cubiertas para discos de la banda Lori Meyers, para el Babelia de El País o su penúltimo semanal, con misiles y cañones enmarcados en el rostro de Putin.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Altarriba inicia un viaje por el horror

Altarriba inicia un viaje por el horror