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Ania Ibañez
Domingo, 11 de mayo 2025, 01:33
La huelga de jardineros, que comenzó hace mes y medio, ha provocado que algunas zonas vayan pareciéndose cada vez más a una jungla. Y no ... por su descontrolada vegetación, sino por la creciente presencia de garrapatas. La situación ha llegado a un punto en el que los vecinos de la calle Océano Pacífico de Zabalgana han colocado carteles avisando sobre la presencia de este arácnido chupasangre. Sin embargo, esta especie no es la única que empieza a proliferar en las zonas verdes de Vitoria, ya que el Colegio de Veterinarios ha registrado un repunte de las mordeduras de víboras.
Los carteles de Zabalgana han generado preocupación entre los vecinos sobre la salud pública y la seguridad de los espacios recreativos. «Creemos que esta situación puede estar vinculada a la huelga», señala David Brea, presidente de Zabalgana Batuz. «Si la aparición de estos parásitos es cierta, es un riesgo, porque pueden transmitir enfermedades», concede.
No es algo nuevo que haya garrapatas en estas fechas. En las primaveras más lluviosas, cuando por fin sale el sol, estos minúsculos animales despiertan de su letargo y las hierbas altas les sirven de cobijo. Sin embargo, este año en que la vegetación crece sin control en los jardines es propicio para que se multiplique su presencia en Vitoria. «Han venido propietarios que han tenido los perros con bastantes garrapatas», explica Elena Palma, auxiliar de veterinaria en una clínica de la zona. «Una clienta me contó que le había encontrado una en la oreja a su hijo también», añade.
En el caso de las garrapatas, hoy en día existen tratamientos antiparasitarios para los perros como las pipetas, pastillas o collares que, a falta de prevenir las picaduras, acaban con el bicho en menos de 24 horas, asegurando que no generan ninguna enfermedad. Las bacterias que transmiten son el mayor peligro de la picadura de este parásito, ya que sin tratamiento incluso podrían resultar mortales. En Álava, las enfermedades más comunes son la anaplasmosis, babesiosis y ehrlichiosis. Con todo, la vicepresidenta del Colegio de Veterinarios, Marisol Cuenca, relata que ahora han aumentado los casos de borreliosis o enfermedad de Lyme entre los dueños, que puede llegar a ser «muy grave».
Otro peligro de las zonas verdes este año son las víboras. «Normalmente se esconden en lugares más apartados, donde hay más maleza», expresa Cuenca ante el aumento de picaduras de este reptil en las últimas semanas. En estos casos es crucial actuar con rapidez y buscar atención veterinaria inmediata, ya que no hay ningún medicamento preventivo. También se han dado casos de contusiones y heridas entre perros que por la hierba no ven piedras y otros elementos.
Los veterinarios recalcan la importancia de saber cómo actuar frente a las garrapatas. Porque si los antiparásitos no funcionan, es importante que se quiten bien para que las pinzas del parásito no se queden dentro y produzcan una infección. Cuenca anima a los dueños a llamar a su veterinario si nunca han quitado una.
Y es que la garrapata se mete dentro de la piel del animal -en pliegues, las orejas o las axilas- en un ángulo complicado, por lo que hay que «incomodarla». Hay que sujetarla lo más cerca de la piel, «con el culo hacia el cielo», se tira con suavidad y «hay un momento en el que intenta salir para volver a clavarse y entonces te la llevas», detalla la vicepresidenta de los veterinarios.
«La garrapata respira por el cuerpo, así que si le echas aceite o laca va a salir porque si no se muere», apunta Cuenca. «Lo que es impensable es utilizar fuego o gasolina porque podríamos hacerle daño al animal».
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