Álava ha perdido 100 empresas ligadas a la construcción en dos años
La inflación, la falta de mano de obra y la escasez de suministros lastran a un sector que paradójicamente está «hasta arriba de trabajo» en el territorio
Una inflación acumulada en las materias primas del 15,9%, una acuciante falta mano de obra y suministros que tardan meses en llegar. Son los ... tres frentes que se les han abierto a las empresas de la construcción en el territorio. Una conjunción de problemas que ha hecho que 103 firmas del sector hayan desaparecido en Álava desde 2022. Así se desprende de los datos recopilados por Informa D&B, una plataforma especializada en concursos y disoluciones. Dicho de otra manera: desde la guerra en Ucrania, una de cada cinco compañías que se han disuelto en Álava se dedica a la construcción y 14 firmas más del sector han pasado por un concurso de acreedores.
La cuestión preocupa a las constructoras alavesas, que ya pusieron sobre la mesa este problema hace un año. En su informe anual, la Unión de Empresarios de la Construcción de Álava (Uneca) incluyó entre sus preocupaciones dos de esas tres variables: precios y mano de obra, a las que sumaba los «elevados costes laborales» y «la morosidad de los clientes». Portavoces de la entidad han declinado ofrecer más declaraciones sobre las conclusiones de ese estudio.
Los precios de las materias primas sehan encarecido un 16% desde 2022
En cualquier caso, las consecuencias de estos problemas ya se notan en la calle. Tal y como publicó este periódico, las comunidades de vecinos de Vitoria están encontrándose con esperas eternas para empezar obras. La situación la resumía Javier Montero, presidente de los administradores de fincas de Álava: «Las esperas son de hasta un año. No recordamos una situación así», manifestaba hace tan solo unas semanas a EL CORREO. Faltan empresas... y algunas de las que había hace tan solo dos años ya no existen hoy. Otras están inmersas en procesos de reestructuración para evitar su disolución.
Una crisis de gremios
El director general de Sarkis Lagunketa y expresidente de Elkargi, Josu Sánchez, es una de las personas que mejor conoce el sector en Álava: buena parte de la Vitoria más moderna lleva la firma de su empresa. Aunque asegura no estar al tanto de este tipo de disoluciones, sospecha que pueden provenir más de los gremios que de las grandes constructoras: «pymes, subcontratas, carpinterías metálicas, empresas de pintura»...
Comparte que la causa puede estar en estos dos fenómenos a los que ya apuntaba Uneca el año pasado: «la falta mano de obra y el alza de precios». A diferencia de la patronal, no percibe preocupación por la morosidad, pero sí por la «escasez de suministros». Para muestra de este problema, un botón: «Si pides hoy unas ventanas de aluminio tardan tres meses en llegar».
Da la razón a las comunidades de vecinos y Sánchez sostiene que todas las grandes firmas del ladrillo en Álava están «hasta arriba» de trabajo. «Estamos todas a tope y se está vendiendo casi todo, pero nos está costando construir», subraya.
La espera para conseguir unas ventanas de aluminio puede prolongarse hasta «tres meses»
El directivo hace un especial hincapié en la escasez de trabajadores y pone como ejemplo la misión que las patronales vascas han lanzado a México y Colombia para reclutar trabajadores. «Eso ya lo hicimos hace veinte años y cada vez va a ser más necesario. Tenemos una escuela de formación medio vacía», lamenta.
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