Álava mantiene altas tasas de siniestralidad por accidentes de tráfico con 12 fallecidos

Con todo, es la única provincia vasca en la que se rebaja el número de fallecimientos según el balance ofrecido el último día del pasado ejercicio por el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, y la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera. En Bizkaia se pasó de 16 a 22 muertes por accidente y en Gipuzkoa, de 13 a 19. Los responsables del Gobierno vasco cifraron en diez los fallecidos en Álava, de ahí el aumento de un 21% con respecto a 2018. Pero en ese cómputo global no se incluyen dos atropellos mortales que hubo en el casco urbano de Vitoria.

La niña Irene, de 14 años, perdió la vida en enero, una semana después de sufrir un atropello en Zabalgana cuando iba al instituto. Al volante del vehículo iba un conductor que dio negativo en el control de alcoholemia pero positivo en cannabis. Y en octubre una mujer de 96 años que iba en silla de ruedas fue arrollada por un coche que entraba en un garaje del barrio de Coronación.

Fueron dos de los cuatro peatones fallecidos en 2019 -en 2018 hubo tres-, uno de los colectivos más vulnerables en las carreteras y las calles junto a los motoristas y los ciclistas. En este sentido, el 60% de los fallecidos en Euskadi corresponde a estos grupos. Los otros dos atropellos mortales a viandantes tuvieron lugar en la carretera A-124, cuando esta vía atraviesa Laguardia, y en la A-3020 en Araia, justo antes del cruce de Zalduondo. Fueron dos hombres de 71 y 89 años, respectivamente.

A los cuatro peatones fallecidos el pasado ejercicio -tres en 2018- hay que sumar otros cuatro motoristas. Tres perdieron la vida en Álava en apenas doce días de diferencia, en una trágica segunda quincena de marzo. Primero, un joven leonés chocó con una furgoneta en la carretera A-3002 a la altura del término de Durana; una semana más tarde un vecino de Vitoria se salió de la calzada en la A-124 en Lanciego y por último, un hombre de 39 años murió tres días después de sufrir una colisión con un todoterreno en la rotonda del olivo en la capital alavesa. Además, en septiembre un cuarto motociclista fallecía frente al centro comercial El Boulevard tras impactar contra la parte trasera de un turismo.

Las víctimas que iban al volante de sus coches también fueron cuatro: un logroñés de 57 años que en la A-1 a su paso por Iruña de Oca sufrió una colisión con otro automóvil, una mujer vizcaína de 41 que se salió de la calzada en esa misma autovía a la altura de Júndiz, un vecino de Llodio que volcó con su vehículo en la A-624 en Altube y un hombre de Labastida que accedió con su coche en dirección contraria a la autovía recién reformada en Zambrana -la antigua N-124 que enlaza con la vecina comunidad de La Rioja- y murió como consecuencia del choque con otro vehículo.