Álava impulsa una pionera plataforma para descarbonizar el tráfico y la logística

Se trata de una plataforma para la compartición voluntaria de datos, sector «pionero» en Europa, destaca a este periódico el director de la entidad, Iñigo Bilbao. Para ello ha logrado una ayuda de 1,5 millones del Ministerio para la Transformación Digital, que irá a parar a tres proyectos: un centro demostrador y dos casos de uso, uno de logística y otro de distribución de última milla.

La financiación permitirá avanzar en la construcción de un «Espacio de Datos de Movilidad y Logística en Álava», proyecto en el que ya venía trabajando desde sus orígenes con apoyo del Centro de Cálculo de Álava, que aporta «el soporte técnico». Este tipo de plataformas son «espacios federados en los que se da una compartición voluntaria segura en un clima de confianza». Empresas, instituciones, centros de investigación... pueden permitir acceso a sus contenidos y a su vez, lograr acceder a otras bases de otros organismos.

«El dato sigue estando en la base del propietario, lo que se hace es permitir que alguien se conecte a esos archivos con todas las garantías de seguridad y con las condiciones que el propietario indique». Una práctica que es hoy «una corriente europea». En ese marco se están lanzando subvenciones como la lograda por Mobility Lab. La fundación lanzó una licitación por casi 1 millón de euros para crear dicha base, en el que resultó adjudicataria el pasado año la consultora PriceWaterhouseCoopers. Esta firma está llevando a cabo ese «complejo» proceso que abarca desde la arquitectura informática al espacio en la nube, entre otros aspectos.

En paralelo, dentro de todo este desarrollo, uno de los hitos ha sido la puesta en marcha de un «vehículo conectado» operativo en el Parque Tecnológico de Miñano, equipado para la recogida de información en tiempo real.

¿Cómo funciona una plataforma de compartición de datos? Lo primero, expone Bilbao, es darse de alta y cotejar que la información sobre tu empresa u organización es correcta. Se accede a una «biblioteca» de datos, donde se hace la solicitud a la entidad que se quiera –«ellos indican las normas de uso para esos datos»– y se firma un contrato con esos parámetros fijados. Lo que se produce así es «una conexión directa». «Esa transferencia de datos se hace con toda seguridad y garantías», que «son palabras clave» en el sector.

Tal vez lo más interesante de la iniciativa son sus aplicaciones a largo plazo. «Estamos convencidos de que va a surgir una economía del dato» con la oportunidad de «generar nuevos servicios y productos en base a esos datos». En este sentido, con el respaldo económico obtenido, Mobility Lab podrá desarrollar el caso de uso de Logística Intermodal en el entorno del Centro de Transportes de Vitoria (CTVi), que es «el espacio de experimentación elegido», explica el Mobility Lab.

Un proyecto que cobra relevancia tras la designación de Júndiz como uno de los nodos del plan europeo de autopistas ferroviarias. Aquí, con el espacio de datos, los distintos operadores podrán compartir información por ejemplo para acordar utilizar un mismo tren para transportar sus mercancías.

Otro caso de uso se alinea con la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones de Vitoria y el centro de reparto de San Martín, destacan. La compartición de datos puede permitir a empresas logísticas «compartir el reparto final» integrando los paquetes de diferentes compañías.