Álava extrema la vigilancia de sus humedales tras 6 casos de gripe aviar en aves silvestres
La Diputación recuerda que no hay riesgo para la población y explica que las granjas han tomado ya medidas para evitar contagios
La Diputación alavesa ha extremado la vigilancia sobre sus humedales tras el hallazgo en las últimas semanas de seis aves silvestres con síntomas de tener ... gripe aviar. Se trata de una gaviota, un ganso, dos cigüeñas, una espátula y un ánade recogidas con las debidas precauciones en Garaio, Alegría y Salburua. El primer cribado realizado por el laboratorio de Neiker ha dado positivo al virus de la influenza (gripe) H5N1 en las muestras de estos animales, aunque quedan pendientes de la confirmación oficial del Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, según han explicado portavoces del Departamento foral de Agricultura.
En estos días, se han dado avisos de más casos pero sus muestras han resultado negativas, agregan los mismos medios, que insistien de dejar claro que no existe riesgo para la población y que es un virus común en aves silvestres acuáticas. «Se ha de tener en cuenta que esta aparición de animales positivos a esta enfermedad es periódica y se repite en el tiempo y en diferentes puntos de Europa». Sin ir más lejos, Salud Pública pidió ayer a los ayuntamientos de toda Euskadi que tomaran precauciones tras haberse confirmado casos de influenza en media docena de gaviotas encontradas en la costa de Bizkaia.
Medidas de precaución
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Láminas de agua Se extrema la vigilancia en humedales, embalses, lagos, balsas de riego y estanques.
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Bioseguridad Sólo personal especializado o debidamente protegido ha de retirar estos animales.
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Granjas y corrales Las aves domésticas han de estar confinadas o salir a zonas protegidas por mallas.
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Vía pública Se recomienda el vaciado de papeleras o basureros donde se acumulen aves como las gaviotas.
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Avisar a la Diputación No tocar el ave y dar aviso al 112.
EEn Álava apareció hace dos semanas en Garaio una gaviota. Además, un particular detectó un ganso enfermo en un jardín de Alegría que fue trasladado a Martioda por la Ertzaintza. La empresa de servicios agroforestales Euria, por su parte, ha recogido una espátula, dos cigüeñas y un ánade real en Salburua.
Como desde años, la Diputación tiene un protocolo de actuación en estos casos. Así, se extrema la vigilancia de las láminas de agua –embalses, humedales, balsas de riego o estanques– «para retirar animales enfermos y muertos en las condiciones adecuadas de bioseguridad», insisten desde la administración foral.
En este sentido, se da aviso a los gestores de los diferentes humedales –en Salburua al Ayuntamiento, por ejemplo– «para que las personas que realizan labores de vigilancia y atención de esos entornos sepan cómo actuar ante la aparición de animales enfermos o muertos». Y de manera especial se envían notificaciones a los dueños de granjas avícolas y particulares que tengan gallinas y otro tipos de aves domésticas. Deben estar protegidas por mallas pajareras o confinar a los animales y en cualquier caso los comederos y bebederos han de estar en el interior de las instalaciones.
Salud pública
Por su parte, la Dirección de Salud Pública recomienda intensificar las operaciones de limpieza y desinfección de superficies de concentraciones de aves silvestres, el vaciado de papeleras y basura de los lugares públicos donde se acumulen gaviotas y otras especies y garantizar las medidas de protección individual en las personas trabajadoras que realicen estos trabajos u otras actividades que requieran contacto con aves enfermas o muertas.
Asimismo, recuerda que ante cualquier sospecha, los particulares o las empresas deben ponerse en contacto con la Diputación para la recogida del animal. «La Dirección de Salud Pública subraya que la situación está bajo control y que las medidas adoptadas buscan prevenir y proteger de manera anticipada, sin que existan motivos de alarma para la población. El riesgo de transmisión a personas ajenas a estos entornos profesionales se considera «muy bajo».
El caso más llamativo registrado este verano es el del centro de recuperación de fauna silvestre de Gorliz, en Bizkaia. Un brote dentro de las instalaciones obligó a sacrificar la totalidad de las aves (132 de diferentes especies). Las alarmas saltaron por la muerte de una gaviota patiamarilla infectada por el virus.
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