Álava elabora un estudio sobre la presencia en el territorio de un musgo único en el mundo
Se ha detectado en la corteza de alisos y fresnos repartidos por 20 kilómetros entre los puentes de Lukiano y Aprikano
El 'Orthotrichum casasianum' es una especie 100% alavesa. En ningún otro lugar del mundo crece este musgo que se descubrió en 1999 a orillas del río Baias, concretamente en Lukiano (municipio de Zuia). Es difícil de reconocer para los ojos inexpertos y se estima que tan solo aguanta en 173 árboles, sobre todo en los troncos de alisos y fresnos. No se ha encontrado en ninguna otra zona de España ni del mundo y por todo ello se encuentra dentro del catálogo de especies en peligro de extinción de Euskadi.
Este liquen es uno de los pocos endemismos ibéricos, con un área de distribución muy reducida entre los valles de Zuia y Kuartango. Es un musgo epífito y estrictamente cortícola o, lo que es lo mismo, crece sobre la corteza de otra especie sin llegar a ser un parásito.
El estudio realizado por la Diputación destaca el carácter pionero del 'Orthotrichum casasianum', ya que coloniza cortezas poco cubiertas por otros briofitos o líquenes. Es, por lo tanto, una especie exclusivamente riparia, vegetación que medra en la orilla del río, y cuya existencia está vinculada a las crecidas de éste. Su presencia en el territorio histórico está determinada por condicionantes geomorfológicos, debido a su desarrollo en terreno fluvial; y climáticos, al ser un briofito de carácter atlántico.
Se circunscribe a unos espacios muy específicos de los municipios de Zuia, Kuartango y Urkabustaiz, a lo largo de 20 kilómetros del curso del río Baias, desde el puente de Lukiano (tras la desembocadura del río Ugalde) hasta el de Aprikano. La superficie que abarca es muy reducida, de unos 20 kilómetros y se estima que unos 173 árboles albergan esta especie. La elevada fragilidad del hábitat lo hacen especialmente sensible a las amenazas como la alteración del caudal o el aclaramiento del bosque por la tala de árboles.
Gestión del bosque
Con el fin de preservar esta joya del patrimonio natural del territorio histórico, el estudio determina las directrices para su conservación entre las que destaca el control de las plantaciones de choperas y la gestión del bosque. Por eso, el documento propone reforzar la primera banda del bosque ribereño del Baias para mejorar el estado de este musgo singular y favorecer la segunda banda de bosque ripario incrementando su anchura, además de promover el crecimiento de saúcos.
Este musgo singular alavés está incluido también en el 'Atlas y Libro Rojo de los Briófitos Amenazados de España', que califica su situación como peligro crítico y lo sitúa en la lista roja de briófitos de Europa cuya clasificación está definida como en peligro de extinción.