Álava aplaza el cobro de 185 millones en impuestos a familias, empresas y autónomos
Hacienda ya prevé una caída en la recaudación de 16,5 millones sin tener aún calculado el efecto del parón empresarial
La economía y el empleo caminaban por una senda positiva hasta que el coronavirus se interpuso en su camino. El patógeno de Wuhan bajó la persiana de comercios, paralizó la actividad empresarial y provocó el confinamiento de la ciudadanía hace cinco semanas, lo que tendrá un evidente efecto adverso en la recaudación, que aún está por cuantificar. De momento, la Diputación ha aplazado a finales de año el cobro de 185 millones de euros en impuestos a familias, empresas y trabajadores autónomos. Estos retrasos han provocado que el Departamento foral de Hacienda tenga que recurrir «al máximo» de su capacidad de endeudamiento para seguir realizando pagos ineludibles, así como hacer frente a las inesperadas compras de equipos de protección individual (los conocidos EPIs) como consecuencia de la pandemia.
«Esta iniciativa supone un importante esfuerzo de tesorería, ya que habitualmente más del 60% de la recaudación (unos 65 millones de euros) llegaban en el mes de junio. Este año se difiere hasta el mes de noviembre facilitando la liquidez de los contribuyentes en estos meses», explicó este miércoles la diputada foral Itziar Gonzalo en una comparecencia –telemática, claro está– ante la Comisión Permamente de las Juntas Generales. «Esta pandemia impide el normal funcionamiento de la Hacienda foral de Álava, así como el cumplimiento en condiciones normales de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes», reconoció en referencia al cambio en los calendarios en el pago del IVA o las retenciones a cuenta del IRPF.
De momento, y a la espera de cómo se resuelve el escenario global generado por el contagio de Covid-19, Álava aún carece de un cálculo exacto de hasta qué punto afectará finalmente a su recaudación que, a la postre, marca la inversión. Sólo se sabe que como consecuencia de los pagos fraccionados de autónomos, las arcas forales ya dejarán de ingresar 16,5 millones. Pero eso no será todo. Y es que el parón en la actividad empresarial «no se podrá prever hasta conocer la duración real de la crisis» porque, si bien se ha empezado a reactivar la industria en el territorio histórico, aún es una incógnita cuándo volverán a abrir sus puertas los comercios y la hostelería, así como la reacción de consumo de la ciudadanía.
Por todo ello, y como ya adelantó el martes el diputado general, Ramiro González, el presupuesto sufrirá «cambios profundos». Gonzalo aseguró que la nueva situación generada por el coronavirus «nos lleva a replantearnos» el proyecto aprobado hace apenas cinco meses gracias a la mayoría absoluta que suman el PNV y el PSE, que tumbó las enmiendas a la totalidad del resto de la Cámara provincial.
«La situación generada por el Covid-19 ha hecho imprescindible que se vayan a reformular las necesidades y los objetivos plasmados en las Cuentas actuales. En ello estamos, en ese estudio y rediseño. Ese replanteamiento se realizará mediante la activación de medidas concretas para el normal funcionamiento de la institución», comentó sin entrar en mayores detalles sobre cuáles son los proyectos que podrían quedarse guardados en el cajón a la espera de que se corrija la situación económica. «Nuestras prioridades presupuestarias han cambiado y tiene como foco principal la atención sociosanitaria de los colectivos más vulnerables. El parón derivado de la necesidad de aislamiento va a acarrear una importante afección en la recaudación, por ello estamos elaborando distintos escenarios de de incidencia en la recaudación», reconoció.
Oposición con mano tendida
La oposición mostró su mano tendida para alcanzar acuerdos y evitar que el Gobierno foral opte por el rodillo de su mayoría absoluta para modificar sus presupuestos. Un apoyo que, eso sí, en ningún caso será gratuito. Iñaki Ullibarri (EH Bildu) reclamó que no se recurra a las mismas recetas que se utilizaron tras la crisis económica de 2008 y que dejaron muchas «víctimas del austericidio». Ana Morales, coportavoz del PP, planteó una posición constructiva si se incrementan las medidas de apoyos a autónomos y hosteleros. La portavoz de Podemos, Arantxa Abecia, pidió «nuevas medidas fiscales» porque la demora de pagos «no es suficiente».