Advierten de la peligrosidad en cruces y rotondas por el crecimiento de la vegetación en Vitoria
La falta de visibilidad es un «riesgo añadido», alerta el RACVN. «No se ve bien a peatones o ciclistas», denuncian chóferes profesionales
La estampa se extiende por distintos puntos del mapa de carreteras de la capital alavesa. Son rotondas, intersecciones y medianas donde el crecimiento desmedido de ... la vegetación impide una correcta visibilidad a la hora de circular. «Cuando te acercas al cruce, no ves si viene algún coche, peatón o ciclista. La hierba alta te tapa toda la visión», advierten en EL CORREO conductores tanto particulares como profesionales. El cabreo es generalizado. Los más de dos meses que lleva de huelga casi la totalidad de los empleados de Enviser, subcontrata del Ayuntamiento encargada de las siegas y de la limpieza y mantenimiento de jardines, se está dejando notar también en la red viaria local.
Tanto es así que los parterres, arbustos y setos de glorietas y confluencias se han convertido en un elemento de auténtica «peligrosidad», alertan chóferes y automovilistas de distintos ámbitos de la ciudad. El aspecto selvático que alcanzan estas zonas verdes, que supera el metro y medio de alto, o incluso más, en unas áreas que en muchos casos ya están más elevadas que el nivel del asfalto, obliga a redoblar la atención al volante. «Es una situación que supone un riesgo añadido», denuncia Venancio Ogueta, al frente del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) en Álava. «Hay zonas concretas, especialmente en los barrios y la periferia, donde la visión está muy mermada. Por ejemplo, la calle Landaberde, donde ahora ya no se ve nada. Aunque el problema está presente por toda la ciudad y se deben tomar medidas urgentes», apremia el responsable de esta entidad que cuenta con más de 2.300 asociados en la provincia. «Si ya de por sí en Vitoria la circulación y la señalización es complicada, por la convivencia con el tranvía y el BEI, ahora añadimos un contratiempo más». Por ello exige que se presten «servicios mínimos».
Hay puntos en los que matorrales y hasta pequeños árboles «brotan en medio del asfalto, salen por dentro de bolardos o por los bordillos, como ocurre en la calle Madrid con Betoño», protesta Adolfo, vecino del barrio de Aranbizkarra. «Eso sin contar el estado del asfaltado, con socavones y agujeros que dañan el vehículo». Chóferes de Tuvisa sondeados por este periódico están sufriendo también las consecuencias de la crisis de los jardines. «En una rotonda de la calle Antonio Machado, si sale un peatón o bici del parque no se le ve, y es un paso con prioridad para ambos», pone como ejemplo un conductor de la compañía municipal.
Ese descuidado estado de las zonas de vegetación causa falta de visibilidad y eso «puede llevar a situaciones de peligro», coinciden otros compañeros. José María, que lleva un taxi, ha presenciado ya algún golpe de chapa. «En la rotonda junto al HUA, que tiene la hierba muy alta, observé un accidente entre varios coches».
Riesgo de «incendios»
Consultado por este periódico, el Ayuntamiento respondió ayer que «estamos atados, no podemos hacer nada porque corresponde a la contrata», indicaron portavoces del Departamento de Espacio Público y Barrios. Su concejala responsable, Beatriz Artolazabal, «ha pedido a la empresa que solicite de nuevo al Gobierno vasco que declare servicios mínimos». Primero, «por motivos de seguridad vial: en varias rotondas y cruces la vegetación ha crecido en exceso, dificultando la visibilidad y generando un riesgo real para la conducción», reconocen.
También «por prevención de incendios. Con la llegada del buen tiempo y el aumento de temperaturas, la acumulación de hierba seca y maleza representa un peligro especialmente en zonas periurbanas y parques». Precisan que «solo la empresa puede solicitarlo» y no el Consistorio.
«Tres meses» costará recuperar los jardines, calcula el Consistorio
El Ayuntamiento estima que podría costar tres meses recuperar la normalidad en los jardines si la contrata, Enviser, y los trabajadores llegaran a un acuerdo inminente. La previsión la ofreció ayer la concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal (PNV), en base a la situación «similar» que se vivió en el verano de la pandemia. Un portavoz del sindicato ESK tachó de «muy optimista» esos plazos y aseguró que ahora hay «muchísimo trabajo». En paralelo, la edil peneuvista se reunió por la mañana con la adjudicataria y, por la tarde, con el comité de empresa. Insistió en la necesidad de lograr un acuerdo entre ambas partes y remarcó que la rescisión del contrato es para el Gobierno local una «última y extraordinaria» medida.
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