Vecinos alertan de la «inseguridad» de la fachada del ‘edificio maldito’ de Ibaiondo

Unas nuevas heridas en la fachada del edificio maldito de Ibaiondo dejan al descubierto el aislante amarillo que, hasta el pasado jueves, quedaba oculto por las placas del exterior del bloque. Su simple visión hace que los residentes revivan viejos temores, sobre todo al ver los fragmentos de estas planchas acumulados en el patio común del complejo de bloques grises de la calle Xavier. Por suerte, los responsables de estos agujeros son los bomberos que acudieron la semana pasada a inspeccionar el inmueble. El calor de los últimos días había vuelto a dañar los remaches que las sujetan a la estructura, y algunas estaban a punto de caer. La actuación sirvió para evitar una desgracia, pero el clamor del vecindario sobre la «inseguridad» de la fachada ha aumentado.

En concreto, los bomberos actuaron en diez de las planchas que más riesgo presentaban una de ellas en la pared que da a la vía pública, en la calle Landaberde. Pero su dictamen inicial, a falta de elaborar el informe detallado de la actuación, fue urgir a la comunidad de propietarios a realizar una obra que subsane este problema.

Algo a lo que Visesa, la sociedad del Gobierno vasco que promovió estos bloques, está obligada por sentencia judicial desde el año 2013. Pero esta reforma, que incluye también reparar algunas viviendas, a día de hoy sigue en el aire. Desde Visesa achacan este largo retraso a que «aún está pendiente que se realice el informe del perito para ver qué hay que arreglar». Un trámite que, aseguran, «corresponde al Juzgado, que debe nombrarlo».

Respecto a la financiación de esta reforma, recuerdan que la entidad ya depositó el dinero que se les requería en la sentencia para hacer la obra, y que cuando tengan el listado de deficiencias «será la comunidad de vecinos las que, con ese dinero, contrate el arreglo».

Pero los residentes replican que este perito «está nombrado desde hace tiempo, y trabaja ya en el informe», por lo que no entienden la postura de Visesa. El retraso está haciendo mella en unos vecinos que cada vez tienen más miedo a caminar por el patio común, lugar de paso obligado para llegar a los portales.

Humedades en las casas

Sobre todo desde que los bomberos han constatado el peligro real que supone esta fachada. Desde hace años muchas de las placas cuentan con sólo unos pocos remaches, ya que el resto se han roto por efecto del viento y el calor. A pie de calle es fácil detectar las que apenas tienen sujeción. «Con el calor se dilatan, y se puede ver que muchas se mueven», denuncia Patricia, admitiendo su miedo a que alguna paca «caiga sobre un viandante».

Ella insiste en la necesidad de cambiar la fachada «cuanto antes, por seguridad», echando en falta la visita de técnicos de Visesa. «Sólo han venido a reparar una casa llena de humedades porque salió en la prensa. Los sacaron de allí una semana e hicieron una limpieza, le pintaron la casa entera. Pero al resto, nada», censura Rafa, otro afectado.

Además de los problemas de la fachada, buena parte de las 168 viviendas de este complejo de bloques grises sufren de humedades. La sospecha de que se filtra por culpa de las placas del exterior, «que el fabricante diseñó para interiores», es unánime. Y que el anclaje «con remaches simples, sin junta de dilatación» es el foco del problema «está reflejado hasta en la sentencia».