El Artium sonríe con el arte
La nueva muestra en torno a la colección alavesa reúne humor, ironía y parodia en casi 150 piezas de 97 autores
Natxo Artundo
Domingo, 4 de octubre 2015, 03:27
"Es un análisis y ensayo del humor en el arte contemporáneo". Así resume el comisario de "La trampa en la sonrisa", Enrique Martínez Goikoetxea, las líneas maestras de algo tan vasto como la muestra que se inauguró el pasado viernes en la Sala Sur del Artium. Y es que el conservador del museo alavés ha pulido una selección de 148 obras, firmadas por 97 autores e integradas en un conjunto "para ver con tranquilidad", como puntualizó el director del centro, Daniel Castillejo.
Y no sólo porque se trate de "la más importante cita anual del museo", como la definió la diputada de Cultura, Igone Matínez de Luna. Además de que "establece el inicio de la temporada del Artium", permanecerá abierta hasta el 4 de septiembre del próximo año y supone una nueva ventana a "la colección más importante de arte contemporáneo en referencia al arte español de los siglos XX y XXI".
En este sentido, Castillejo recordó que la propuesta se suma a la veintena larga de presentaciones de los fondos públicos que dieron origen al museo y que superan las 3.500 obras. Tampoco olvidó precisar que hace ya un lustro que las adquisiciones están paralizadas por la ausencia de una partida que la responsable foral apostó por "recuperar en sucesivos presupuestos", así como las correspondientes a cada uno de los museos de la Diputación.
Por el momento, los ciudadanos pueden comprobar in situ que "el arte contemporáneo puede ser complejo, pero aburrido, en absoluto", tal y como subrayó el director del Artium. Y es que el metalenguaje en la creación actual permite ejemplificar "un distanciamiento entre lo que se dice y lo que se quiere dar a entender", como enunció Martínez Goikoetxea al enlazar la propuesta plástica y el propio humor.
Este elemento unido a la mirada del poeta Leopoldo María Panero es, precisamente, lo que permite hacer una comparación entre algunas de las formas de una emblemática pieza de Joan Miró y el logotipo comercial de Repsol. Otras obras fundamentales de la colección alavesa aportan lecturas diferentes en este nuevo contexto, como el potente juego de atriles y fusiles de Joan Brossa, los autorretratos en el tiempo de Esther Ferrer, los caretos imaginarios de Felipe II por Antonio Saura o el equilibrio imposible de la escultura de Juan Muñoz "Broken Noses Carrying a Bottle 2". Tampoco hay que olvidar la propuesta del Equipo Crónica en "Leer a Daumier" (1975)
La mirada de PSJM (Pablo San José y Cynthia Viera) recorre eslóganes comerciales tan conocidos como "Connecting People" o "Just do it", que sitúa en unos carteles luminosos con forma de proyectiles explosivos. Otra visión del bombardeo de las marcas y sus víctimas es la "Torre de defensa" del vizcaíno José Ramón Morquillas.
Con label vasco
Es uno de la treintena de autores vascos presentes en el conjunto, que completan 45 artistas nacionales y 23 internacionales. Por ejemplo, la escultura "Perdición" de Koko Rico permite lecturas metafóricas que enlazan el cerebro de un individuo con un cuerpo femenino de cintura para abajo. Al lado, la fotografía del valenciano Alex Frances "Quiero estar dentro de tí" profundiza en la relación entre sexos.
Desde los dibujos de Mintxo Cemillán o Alfredo Álvarez Plágaro hasta la escultura "Lipstics" de Ana Laura Aláez, pasando por los cuadros de Juan Pérez Agirregoikoa, o la pieza de metal y fugo "Si-dur" de Juan Luis Moraza, la creación vasca exhibe propuestas como la rockera de la escenográfica instalación con vídeo de Pepo Salazar y su indisimulada referencia a The Misfits. Los trabajos de Vik Muniz, Liliana Porter, Erick Beltrán, Bas de Wit, Manuel Ocampo o Bruce Gilden permiten asimismo ver cómo las distancias entre países y culturas se diluyen en el lenguaje del arte, que pinta tanto sonrisas como muecas.