El PNV y el PP pactan el primer consejo de Kutxabank

El nuevo Kutxabank, fruto de la integración de la BBK, la Vital y la Kutxa, nacerá con un consejo de administración que se reparten el PNV y el PP, y marcado por una doble característica. Una: contará con un nutrido grupo de profesionales independientes sin vinculación con la política y expertos de reconocido prestigio. Dos: su conformación es el resultado de un nuevo fracaso de la política vasca y de la incapacidad de los cuatro grandes partidos para pactar los equilibrios de poder en el macrobanco. Es más: la composición de su órgano de gobierno va a desencadenar, previsiblemente, una agria bronca política en las próximas semanas.

Tras varias semanas de negociaciones para consensuar el consejo de Kutxabank, integrado por 20 miembros, los partidos rompieron ayer definitivamente la baraja con dos bloques bien diferenciados. El primero, integrado por el PNV y el PP, dentro del banco y con el control absoluto del consejo; el segundo -PSE y Bildu-, fuera del mismo.

Los jeltzales, que nombrarán a diez vocales, y los populares, que designarán otros tres, estaban cerrando anoche un acuerdo sobre la identidad de los siete consejeros restantes, que hubieran correspondido a la izquierda abertzale y a los socialistas. Serán profesionales de prestigio en los ámbitos empresarial y financiero. Unos expertos que, según los medios consultados, cuentan además de con el apoyo total del futuro presidente del banco, Mario Fernández, con el beneplácito de organizaciones empresariales y económicas vascas.

Los vocales serán designados hoy por los consejos de BBK (12) y Kutxa (6), que han retrasado sus respectivas reuniones, previstas para las nueve de la mañana, hasta las doce del mediodía. Lo que aún se desconocía anoche es qué va a ocurrir en el órgano de gobierno de la Vital, controlado por el PSE y el PNV; es decir, si, como estaba previsto, elegirá vocal del banco al socialista Carlos Zapatero para ocupar una de las dos vicepresidencias de Kutxabank. La otra será para Xabier Iturbe, máximo responsable de la Kutxa.

Acción-reacción

El giro experimentado en las negociaciones durante las últimas horas tiene su origen, según ha podido saber EL CORREO en fuentes conocedoras de la situación, en una propuesta presentada ayer por el PSE, que se apoyaba en Bildu para lograr sus reivindicaciones. Los socialistas, que la semana pasada condicionaron su entrada en el consejo de Kutxabank a que el PNV no tuviera mayoría absoluta en él, volvieron a plantear elevar en un futuro cercano el número de vocales de 20 a 22, lo que requeriría un cambio en los estatutos del banco. Hasta que eso ocurriera, el partido de Patxi López defendía que los jeltzales cedieran un vocal a Bildu. Así, la composición final sería nueve consejeros para el PNV, cinco para la coalición abertzale, tres para el PSE y tres para el PP. De esa manera, los nacionalistas perderían la mayoría absoluta.

La formulación del PSE incluía, además, que cuando se ampliara el órgano en dos miembros, uno fuera para el PNV y el segundo para ellos. Es decir, el reparto final establecería diez representantes para los jeltzales, cinco para Bildu, cuatro para el PSE y tres para el PP, que vería minimizada su presencia. De nuevo el PNV no tendría la mayoría absoluta; pero es que, además, la nueva composición también impediría que el tándem entre nacionalistas y populares -que desde el principio del proceso han acercado sus posiciones en este asunto- no lograría la mayoría cualificada necesaria para aprobar determinadas cuestiones estratégicas (13 votos). Socialistas e izquierda abertzale se convertirían así en imprescindibles para alcanzar acuerdos de ese tipo.

El PP, socio preferente del PSE en el Gobierno vasco, desconocía por completo esa estrategia, que ha provocado un profundo malestar en el partido presidido por Antonio Basagoiti. Además de sentirse en cierta medida traicionados, los populares consideran inaceptable la fórmula porque supone «un reparto de consejeros basado en las cuotas políticas» de ambas formaciones. Algo que, según las citadas fuentes, va «absolutamente en contra del principio de contar con un consejo profesional e independiente».

A partir de esa situación, el PNV y el PP, que finalmente verá reforzada su presencia en Kutxabank, se pusieron ayer a trabajar a marchas forzadas para lograr un pacto total sobre el órgano de gobierno. Y así ha sido. Más allá de los vocales propuestos por cada una de ellos, ambos partidos han consensuado la identidad del resto de los consejeros, lo que supone dejar fuera a PSE y a Bildu. Al menos, hasta dentro de unos meses, cuando se renueven las asambleas de las cajas en base, previsiblemente, a la nueva ley vasca del sector.