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Sergio Scariolo, con la Selección. / Reuters
Cambio de ciclo en el Baskonia
analizamos el regreso de scariolo

Cambio de ciclo en el Baskonia

El Baskonia necesita comprender los nuevos tiempos del basket europeo, adaptarse a ellos y ofrecer una nueva versión capaz de competir con los grandes

JUANJO BRIZUELA

Sábado, 15 de junio 2013, 05:01

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En aquel entonces era TAU Cerámica y había que sustituir a Manel Comas, quien dejó una profunda huella y marcó el camino de lo que sería el Baskonia de los siguientes años: intenso en defensa, tratando de aprovechar rápido cada recuperación de la posesión e inteligente en el campo, a lo que se sumaba una actitud competitiva los 40 minutos. Se necesitaba un nuevo paso en la historia del club y para ello llegó un joven italiano, prometedor decían, y con la Fortitudo Bolonia como principal línea en su curriculum: Sergio Scariolo. Italia es historia del baloncesto europeo, dominadora durante muchos años y con método en su trabajo. Messina era un exponente, al que se sumó Scariolo y recientemente Pianigiani.

La vida es la suma de una serie de ciclos, cada uno de ellos aporta algo en tu experiencia y comienzas uno nuevo sin saber muy bien a dónde te llevará pero sí qué herramientas, caminos y actitudes vas a poner para llegar lo más lejos posible. Tanto Laboral Kutxa Baskonia como el propio Sergio Scariolo inician un nuevo ciclo, tanto juntos como por separado. El Baskonia necesita comprender los nuevos tiempos del basket europeo, adaptarse a ellos y ofrecer una nueva versión capaz de competir con los grandes equipos de otra manera. Seguramente ya no tenga acceso a determinados jugadores determinantes en otros equipos y sí a perlas jóvenes que quieran dar ese paso decisivo en su carrera profesional. El club ha crecido tanto estructuralmente que requiere un plus en su oferta atractiva de basket. En especial necesita recuperar ilusiones en su afición, un tanto decepcionada por sus últimas temporadas, sobre todo, esta última. Al atributo carácter, al cual no habrá que renunciar, habrá que sumarle una palabra básica y esencial que mueve a mucha gente a su alrededor: baloncesto. Juego.

A Sergio Scariolo le llega este ciclo también en un momento especial. Primero, por ser el retorno a una casa conocida pero también desconocida a la vez. El Baskonia de 1997 no tiene nada que ver con el del 2013, aunque ambos reconozcan que ya se conocen. Ni club, ni pabellón, ni estructura de club, ni jugadores, ni condiciones externas son las mismas. Precisamente porque han existido otros ciclos anteriormente que lo han modificado. Segundo, porque él también ha evolucionado en su recorrido como entrenador. Baskonia le permitió estar en primera línea en al basket europeo: Madrid, Málaga, Moscú y Milán, pasando por una época gloriosa con la mejor generación de talento del baloncesto español en la Selección. Y en cada paso que ha dado, Scariolo ha profundizado en un estilo de juego diferente a cuando llegó en 1997 a Vitoria-Gasteiz. Más inteligente, con muchos recursos tácticos a medida que avanzaba la temporada, buscando el equilibrio en el campo uniendo talento, rebote y estudio de las ventajas del equipo frente al rival. Y tercero, Scariolo necesita recuperar un estilo y dar un nuevo paso, quizá un paso diferente en su brillante carrera. Su última etapa italiana ha estado llena de dudas, de inestabilidad en su equipo y de un juego que no correspondía con la teórica calidad de sus jugadores. Y sabe que en Vitoria-Gasteiz lo puede recuperar.

Relación en ambas direcciones

Un entrenador se hace bueno por sus jugadores y éstos serán mejores gracias a su entrenador. Es una relación en ambas direcciones. Uno sin otros no son nada. Quizá ésta haya sido una de las razones de las decepciones del Baskonia en estos últimos años. Y éste es uno de los retos que tiene ahora Scariolo, los jugadores y el club. Mimbres existen aun sin tener la plantilla cerrada. Pero habrá que tomar decisiones importantes para ver si la apuesta de cambio de ciclo es real o no. Base, alero alto y poste es la columna vertebral de todo equipo que se complementa con piezas que deben aportar complementariedad, físico, multifunciones de puestos pero sobre todo talento.

Para Scariolo el puesto de base es clave y está aún sin definir, salvo que en la actualidad hay tres piezas: Heurtel, Van Oostrum y Hodge. El base es quien ejecuta y comprende el juego a desarrollar, para Scariolo. Inteligente y dominador del tempo de partido. En su anterior etapa, Bennett cumplía este rol, y también Raúl López, Cabezas, Calderón El poste también es clave: Brent Scott y Rusconi, ¿recuerdan? Ahora tenemos a Pleiss que es presente y futuro de este nuevo Baskonia. El alero alto está de momento asegurado con Nocioni. Pero hay que sumarle otras características que definen a Scariolo: jugadores físicos, intensos, que permitan incrementar una marcha al equipo y unos centímetros más en cada salto (¿recuerdan a Pat Burke?).

Jugadores inteligentes que permitan leer cada situación del juego provocando desequilibrios en la defensa (¿una nueva versión de Garbajosa?) que quizá sea posible con Nemanja Bjelica. Un killer desde el exterior, amenaza constante en el juego (¿Espil, Beric en su anterior etapa?), Causeur puede serlo pero no es suficiente. Y a partir de ahí, complementos que le permitan bajo un patrón de juego, variar cada partido sabiendo en cada momento la tecla táctica que hay que tocar para dominar al rival.

Nos gustaría ver la ambición del Scariolo de sus primeros años en Vitoria-Gasteiz, junto a los recursos en su etapa de Madrid, el equilibrio total, la inteligencia y la riqueza táctica de Málaga y la gestión de recursos en la Selección. Pero sobre todo, ver cómo es capaz de hacer brillar ciertos diamantes que el equipo ya tiene junto a un juego más rico en variaciones, más veloz en sus transiciones y más baloncesto total, 100% defensa pero también 100% en ataque.

El primer paso clave en la construcción de este nuevo Laboral Kutxa Baskonia era la figura del entrenador. Se ha dado. Para muchos de forma sorprendente pero sin duda con cierta tranquilidad de saber que no llega cualquiera. Ahora queda rellenar las piezas del puzzle para comenzar este cambio de ciclo. Necesario para el entrenador, para el club y para la afición.

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