Olaizola arrolla a Eugi en el Master Individual del Atano

Fue una crónica más que anunciada la final del Master Individual BBK. 41 minutos y 189 pelotazos. Aimar Olaizola arrolló (22-6) a Patxi Eugi. El premio de 18.000 euros va a parar a la cuenta corriente del 'becadero' de Goizueta.

Hay pelotaris que se constituyen en la bestia negra de ciertos rivales. Este es el caso del benjamín de los Olaizola y Eugi. De las tres veces que se han enfrentado, el de Aoitz nunca le ha podido hacer hincar la rodilla a su paisano. Es como una maldición bíblica.

Antes del duelo de ayer en el Atano III, que rozó el lleno, el representante de Asegarce le había endosado a su paisano dos sonoros varapalos: 22-9 y 22-4. Otra vez, Patxi Eugi, tuvo que beber el amargo trago de un resultado de auténtico escándalo. Como para alucinar, meterse en la cama y tener pesadillas con su eterno verdugo.

El delantero de Aspe tiene un problema de los que resultan muy difíciles de resolver en este tipo de duelos. Cultiva con una excesiva autocomplacencia el juego defensivo de aire. Eso resulta una dañina cantinela porque si no se tienen más recursos es muy complicado salir indemne de un cuerpo a cuerpo ante el número uno de la modalidad. Un chollo.

Seis tantos de inicio

Aimar, sin llevar a cabo un acto sublime, despachó el compromiso con su acostumbrada habilidad. Saque largo, con lo que dominaba el resto y llevaba la iniciativa, y definición al canto. Finalizó 11 tantos, algunos de bella factura, y sumó sotros eis con el disparo inicial. No halló oposición alguna.

El encuentro lo inició poniendose al mando de los acontecimientos: 0-2. El rezagado empató la final (2-2) con un derechazo al fondo de la cancha y su primer saque. Ya no hubo más equilibrio en el luminoso ni debate alguno.

El favorito, con un parcial de 14 tantos, dejó sin pulso e interés el choque: 16-2. Eugi tiró de lo mejor para hacer cuatro tantos más (16-6). Aquí concluyó toda su oposición. Aimar se fue derecho al cartón veintidos en menos que canta un gallo.