'Fairy Tail 2': Más magia, más dragones

'Fairy Tail 2' es la expresión en formato videojuego que toma la obra de Hiro Mashima, uno de los manga 'shonen' más populares de la última década. La franquicia se estrenó en la industria allá por 2020. Esta segunda iteración demuestra que sus desarrolladores han asentado los conocimientos adquiridos tras el lanzamiento de la primera parte y potenciado muchas de sus virtudes. Gracias a Tecmo Koei he podido probar el juego antes de su lanzamiento, el 13 de Diciembre; averigüemos qué tiene por ofrecer.

Al igual que su segunda entrega, el título se define como un RPG de acción dinámico y adictivo. Cuenta con un sistema de combate por turnos lleno de ritmo, y no se corta a la hora de lucirse (para deleite de los fans). Fairy Tail 2 construye sus cimientos alrededor de mecánicas clave, lo suficientemente definidas como para dotarlo de una personalidad clara: un sistema de batalla dinámico, que es uno de sus pilares fundamentales, y un sistema narrativo embebido a través de cinemáticas que busca explícitamente parecerse a la serie animada. Aunque es un título accesible y perfectamente apto para neófitos, resulta evidente que se dirige principalmente a los fans.

Fairy Tail 2 funciona como una fiel representación del manga, pero a su vez aporta suculentas novedades: la secuela cubre todo el arco argumental del Imperio Álvarez, cuando la historia empieza a alcanzar su cénit en la saga de Zeref. El título narra las aventuras de los personajes más populares: Natsu, Lucy, Erza, Gray… y cómo estos se adentran en el territorio del Reino de Fiore para enfrentarse al emperador, protegido por los Spriggan 12 y el antagónico dragón Acnologia. Además de hacernos vivir los acontecimientos del capítulo final, introduce una historia inédita (supervisada por el propio Mashima) donde se nos muestra lo ocurrido tras la batalla definitiva.

Durante los primeros compases de la aventura se nos permite adentrarnos en el mundo del Imperio Álvarez y descubrir los nuevos elementos RPG: cada personaje cuenta con su propio 'Árbol de Orígenes', que fragmenta las habilidades a conseguir en distintas ramas de personalización. Con la experiencia ganada en combates, los personajes aumentan su 'Rango de Origen', obteniendo puntos con los que desbloquear ataques devastadores (dedicados a los 'connoisseurs' de la obra original).

El elemento central de Fairy Tail 2 es el sistema de combate, sobre el que se sostienen el resto de elementos narrativos: un sistema fluido en el que prima la estrategia ofensiva, donde quebrar el medidor de rotura en los enemigos nos dará la clave para dominar las refriegas. Mientras, nuestros personajes se dedicarán a cargar los ataques devastadores, de enorme poder, a base de lanzar ataques básicos. Cada uno de estos envites está directamente relacionado con las animaciones vistas en la serie.

Como esto trata acerca de la amistad y la camaradería entre los miembros del gremio, Fairy Tail 2 cuenta además con ataques combinados: al combatir iremos rellenando el medidor de 'Fairy Rank', pudiendo desencadenar estos 'Link Attack' combinando las fuerzas de los combatientes. Se trata de aprovechar toda la potencia de fuego para ir probando sinergias, dependiendo de las condiciones enfrentadas y según nuestro juicio; esta mecánica le otorga cierto componente táctico y de experimentación al combate.

Sin embargo, todo lo que ofrece como representante del género no va mucho más allá: el concepto es simple y la complejidad de las contiendas no se determina a base de estrategias complejas, sino por el hecho de que los enemigos puedan hacer más o menos daño, cosa que siempre se solventa a base de puro 'farmeo' y repetitividad. Se trata de un RPG de diseño algo anticuado, que palidece frente a su competencia actual (y no tan actual), tanto a nivel visual como mecánico.

Los amantes del género que no vengan de la serie encontrarán pocos motivos para quedarse. A quienes sueñen con inscribirse en el gremio de magos, por contra, la propuesta les resultará más que satisfactoria.

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