'XIII Remake': Un homenaje frustrado
PlayMagic pide disculpas por su aproximación al clásico de Ubisoft
jorge garmendia
Lunes, 16 de noviembre 2020, 11:06
Hace diecisiete años, Ubisoft logró adaptar 'XIII', la excelente saga de novelas gráficas de origen belga firmada por Jean Van Hamme y William Vance. Ofreció así un FPS que impresionó por su dirección artística y su particular diseño gráfico de estilo cel-shading. Una auténtica sorpresa para los jugadores gracias a su nivel creativo, la variedad de su propuesta, sus ideas y su frescura.
Ahora, publicado por Microids y desarrollado por PlayMagic Ltd., recibimos la actualización de este excéntrico juego cargado de viñetas y onomatopeyas flotantes, en forma de un remake que, no exageramos si os decimos, es realmente decepcionante y desmerece en todos los sentidos al título original.
Todo en XIII Remake, que llega cargado de errores técnicos, parece estar mal optimizado. El cambio más apreciable en un primer momento son los gráficos. Mientras que el XIII original parecía un cómic transformado en videojuego, este remake ha convertido los sombreados característicos de su dibujado en líneas negras que subrayan los contornos de los distintos elementos presentes en pantalla. Esta opción altera por completo el arte del título para construir un acabado visual a medio camino entre el realismo y el dibujo animado, que presenta modelos 3D de aspecto básico y basto. Un nuevo modelado de personajes que ni siquiera parece estar bien implementado, con trazos y sombras que parpadean de manera inconsistente tanto en las escenas cinemáticas como durante el juego (por no hablar de las incesantes caídas en la tasa de frames).
Al menos, el conjunto gráfico respira gracias a unos efectos de iluminación bien conseguidos y al acabado de algunos decorados, lo que regala panorámicas muy agradables a la vista.
Desafortunadamente, no es solo en los gráficos donde este remake demuestra no estar a la altura de los estándares de su predecesor. Si bien el nuevo título reutiliza las mismas interpretaciones vocales que escuchamos entonces (en las que participaron grandes actores y atrices españoles), éstas no están sincronizadas correctamente con el movimiento de los labios durante muchos de los diálogos de los protagonistas, lo que da lugar a escenas rotas y en ocasiones indescifrables. A esto se le añaden pistas de sonido mal mezcladas, una salida de voz demasiado baja o alta según qué ocasión y demás bugs de sonido que se suceden con demasiada regularidad a lo largo del juego.
Cambiando de tercio, hemos de agradecer que la historia no haya variado un ápice. La estructura y el desarrollo son idénticos al original e incorpora los mismos diálogos y toques de humor que, en su mayor parte, no han envejecido del todo mal.
Hagamos memoria. El guion de XIII aborda una trama política construida en torno al asesinato del presidente por parte de un francotirador (al estilo de lo ocurrido con JFK). Delito del que se acusa a nuestro personaje, quien se despierta en una playa totalmente amnésico. En el transcurso de la aventura iremos conociendo gradualmente la identidad de nuestro personaje, al igual que reconstruyendo poco a poco los eventos que rodearon el asesinato del mandatario.
La campaña sigue siendo emocionante, rítmica e interesante, con variedad de fases de lucha e infiltración, personajes geniales, un arsenal de armas masivo (pistolas, rifles de asalto, granadas...) y una atmósfera divertida y cómica. Una pena que ésta no pueda ocultar los problemas que el juego acusa también en el apartado jugable.
La mayor parte de las mecánicas se mantienen con respecto a lo visto en 2003... para bien y para mal. Por ejemplo, mientras que visualizar los pasos de nuestros enemigos en forma de 'tap' cuando nos movemos con sigilo sigue antojándose brillante, tanto el movimiento por los escenarios como el combate se sienten ahora completamente inertes y planos. Aspectos como la interacción simplificada a la mínima expresión con objetos o puertas, que antes tenían su gracia, se perciben ya fuera de lugar y demasiado antinaturales. Por su parte, los controles son demasiado lentos y dan lugar a un apuntado y unos desplazamientos profundamente toscos y nada intuitivos, sin que podamos ajustar la sensibilidad.
Lo anterior por no mencionar la inteligencia artificial, que es simplemente catastrófica. Los NPC enemigos se comportan de manera errática e incoherente y a menudo parecen no vernos, aunque crucemos directamente por delante de sus narices. Otras veces, en cambio, los guardias serán alertados sin motivo aparente, haciéndonos perder la misión.
A fin de cuentas, gran cantidad de bugs y fallos que tendremos que soportar a lo largo de la aventura hacen que nos encontremos ante un videojuego que se vuelve en ocasiones injugable y que nos obligará a un bucle de reintentos desde el último punto de control.
En lo que respecta al modo multijugador, más de lo mismo. Podremos elegir entre un par de modos de juego y varios mapas, pero, a decir verdad, es una sección completamente prescindible.
Cabe mencionar que en el momento de escribir este análisis los responsables de XIII Remake han pedido perdón por un producto que, dicen, no representa sus estándares de calidad. Tal así que trabajan en un parche 'Day One' capaz de poner en orden semejante desaguisado.
Nuestra valoración
Este XIII Remake es una actualización errática, descuidada y nada merecida para un clásico de culto del que hasta ahora guardábamos grandes recuerdos. Una adaptación que se siente como un intento incómodo de reintroducir la serie en la actual generación. Por tanto, hasta que este remake sea salvado del hundimiento por el mentado parche de lanzamiento, nos vemos obligados a recomendar más bien el título original (aparecido para Xbox, PlayStation 2, Nintendo GameCube y compatibles).