Comprometidos con el kilómetro cero

Hay tiempo para apurar algunos detalles finales pero la final de la novena edición del concurso de ideas STARTInnova se acerca. Los quince centros alaveses participantes en esta edición, una de las más numerosas hasta la fecha con más de 500 alumnos del territorio involucrados, desarrollan un gran trabajo que les enseña a desarrollar ideas de negocio, conocer más sobre el mundo del emprendimiento y les da la oportunidad de presentar sus trabajos ante un tribunal.

Los alumnos del IES Mendebaldea están muy involucrados en los proyectos que darán a conocer este año. «Se lo están tomando con seriedad y están motivados. Además, están trabajando en ideas más realistas», explica Zigor Kobeaga, profesor que guía a un total de 49 jóvenes a lo largo de esta experiencia en la asignatura Administrazioa eta Kudeaketa prozesuak, una optativa del Bachillerato de Letras. Por ejemplo, Ainara, Anne, Oihane y Rania han pensado en crear un sujetador accesible para las mujeres que hayan sufrido cáncer de mama, idea que su profesor valora muy positivamente. Otros equipos participantes han pensado en crear locales con actividades para los jóvenes vitorianos de entre 15 y 30 años, un autobús para dar servicio a quienes van y vienen de fiesta y que no tengan que coger el coche, o panaderías con productos de calidad y kilómetro cero.

La sostenibilidad es un valor muy presente en estas ideas jóvenes y así lo demuestran también los 32 alumnos de Aitor Bengoa y Aitor Oiarbide que participan en STARTInnova desde el IES Miguel de Unamuno. En su caso, el grupo Myh ha ideado un cargador de teléfonos móviles que usa una dinamo y una bicicleta. Medatema, por su parte, ha creado un sistema que ayude a reciclar correctamente la basura generada en los hogares. El equipo Jelx ha pensado en una tienda de productos autóctonos, lo que contribuiría a reducir la huella ecológica.

En el IES Ekialdea, tres grupos de la asignatura Administración y gestión del tiempo trabaja en crear proyectos muy ecológicos con su profesor Xabier Gabiola. «La motivación que STARTInnova provoca en los alumnos es muy interesante y tenemos que ponerla en valor», valora el docente, quien confiesa que pensó que los proyectos de sus estudiantes tendrían más que ver con la electricidad que con el ecologismo. Estos jóvenes le han sorprendido y, así, a Zuosis le gustaría poner en marcha una cafetería con productos de kilómetro cero. Omairi diseña una app de compra venta de muebles de segunda mano, y el grupo Broskys se centra en una empresa de cosmética ecológica que tenga por bandera la trazabilidad y el origen de los ingredientes de sus productos.

En Carmelitas Sagrado Corazón, otro de los centros que cada año repite en la iniciativa STARTInnova, tres grupos de alumnos de Educación infantil piensan en ideas relacionadas con su ámbito de estudio. «Siempre apostamos por llegar a la final y este año les veo muy conocedores de sus proyectos. Es importante que presenten y vendan bien sus ideas ante el tribunal», señala su profesora María Baroja.

El equipo My Business de Carmelitas Sagrado Corazón ha ideado una tienda de ropa y juguetes que los niños puedan personalizar en función de sus gustos. Los Indomables quieren cambiar la forma en que los niños pasan el tiempo en el hospital creando un aula en la que también participen y colaboren pacientes adultos y Saac busca que las personas con necesidades especiales puedan comunicarse mejor a través de una app que traduzca lenguaje oral, signos y pictogramas. «Al final, estos alumnos conocen bien este ámbito, sus usuarios, clientes y necesidades», plantea Baroja.

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