Los alumnos del instituto de Balmaseda presentan a su alcalde las ideas con las que participan en STARTInnova

Este año, los estudiantes que participan en STARTInnova, el concurso de ideas de negocio con el que EL CORREO quiere inculcar el espíritu emprendedor entre los alumnos de Bachillerato y FP, lo tienen muy complicado: compiten 239 grupos en los que hay 1.007 estudiantes dispuestos a echarle mucha imaginación, primero, y mucho canvas, después, para llegar a la final de Sarriko dentro de dos meses. Quienes consigan plaza en ella deberán, además, tener mucho aplomo para hacer también una buena presentación de su idea, así que cualquier ensayo previo viene muy bien.

Esa primera prueba de fuego es la que acaban de pasar los alumnos del instituto de educación secundaria de Balmaseda con la visita de Alfonso San Vicente, alcalde de la localidad, y Paula Jorge, responsable del área de Educación, quienes no dudaron en plantear los jóvenes todo tipo de preguntas previniendo con ello posibles apuros ante el jurado.

Este año, el centro compite con dos únicos grupos, ambos tutelados por Susana Castaños. En el primero, Josua, Andoni e Iraia explicaron cómo pondrían en funcionamiento una 'app' que adaptaría el modelo de Wallapop al alquiler de objetos o prendas entre particulares. «Hay muchas cosas, como los utensilios de pesca u herramientas de bricolaje o para el cuidado del jardín o ropa que no sea de uso diario, que tienes en casa y quieres seguir teniendo pese a que los uses muy de vez en cuando. Por otra parte, hay personas que necesitan esas cosas, pero a los que nos les interesa comprarlo porque lo van a usar muy puntualmente», explicaron.

Por otro lado, Irene, Uxue e Izaro un servicio acompañamiento especialmente pensado para atender las necesidades de los mayores. «Estaría pensado para que las personas con especial dificultad para acceder a los transportes públicos, por problemas de movilidad o porque vivan lejos de las estaciones de tren o paradas del bus, cuenten con alguien que además de llevarles les ayude en las tareas que tengan que realizar», resumieron.

«Ambas son buenas ideas que, de ser realidad, nos ayudarían mucho tanto a Balmaseda como a la mancomunidad. Es muy esperanzador ver que los jóvenes tienen, además de iniciativa, preocupación por los retos del desarrollo sostenible», les animó San Vicente.

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