Vivir de la paz
El grupo vasco Mondragón forma a exguerrilleros de las FARC en el modelo cooperativista para propiciar su reinserción civil y laboral
Las más de 6.000 personas que asisten estos días en la capital francesa a la segunda edición del Foro de París por la Paz, ... una iniciativa del presidente Macron para fomentar la cooperación internacional y la acción colectiva en la solución de conflictos, van a conocer hoy un ejemplo práctico. La Corporación Mondragón, el principal grupo empresarial vasco y el segundo de economía social en España, dará a conocer su proyecto de reincorporación de exintegrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el mundo civil y laboral.
Hace tres años, en noviembre de 2016, el que se hacía llamar en ese país Ejército del Pueblo se avenía a firmar con el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos el acuerdo de paz que ponía fin a 52 años de un atroz conflicto interno que se cobró cerca de ocho millones de víctimas entre asesinatos, desapariciones, violaciones, torturados o desplazados. La mayoría de esos crímenes, el 72%, perpetrados entre 1999 y 2009. El remate político a medio siglo de tormento dejaba tras de sí un dolor imborrable y a 13.000 excombatientes con los fusiles descargados y un futuro incierto, marcado por el rechazo y amenazado por el aislamiento. Colombia decidía entonces pedir ayuda a la Unión Europea (UE). Bruselas pensó que la consolidación de la paz vendría con el fortalecimiento del cooperativismo y recurrió al consorcio guipuzcano, considerado un referente mundial en la aplicación de esa fórmula asociacionista.
Extraña competitividad
Tras un año largo de trabajo sobre el terreno, LKS Next, la consultora del Grupo Mondragón, está lista para contar los mimbres de una misión que la propia UE va a sufragar en buena parte con 7,5 millones de euros. El reto consiste en generar entre 5.000 y 6.000 puestos de trabajo estables entre la comunidad de excombatientes en torno a cuatro nichos de negocio, planteados por los propios interesados: las piscifactorías –desde la producción de peces de consumo hasta la transformación, embalaje y exportación de congelados–; el turismo, un sector aún incipiente tras tantas décadas de violencia; y la agroindustria y la industria textil, dos áreas que los miembros del extinto Ejército del Pueblo conocen muy bien.
Para sentar las bases de esa nueva economía, el consultor Carlos Barandiaran ha cruzado varias veces el charco para trabajar sobre el terreno. A menudo, en algunos de los cerca de treinta ETCR o Espacios Temporales de Capacitación y Reincorporación que el Gobierno colombiano habilitó para que los antiguos soldados de las FARC recibieran un entrenamiento orientado a facilitar su reincorporación y la reconciliación social.
En esas comunidades es precisamente donde, asesorados por los vascos, tratan ya de alumbrar las cooperativas de base en las que trabajarán y desde las que decidirán sus propias estrategias económicas, ligados a una futura gran cooperativa nacional. «El objetivo que perseguían es desarrollar un sistema equitativo y solidario de hacer economía. Y, desde luego, sostenible porque, si no hay rentabilidad, la reinserción no va a ser posible. Esa es su mayor preocupación», explica Barandiaran a este periódico.
Para ello, el equipo que lidera este consultor ha tenido que empezar por promover un cambio de mentalidad entre los exmilitares, «de una asistencialista a una emprendedora», sintetiza. Así, en estos últimos doce meses, los asesores se han enfocado en dispensar formación y capacitación para aclarar conceptos básicos como «qué es un modelo de negocio o cuáles son los mecanismos de intercooperación». Según revela el consultor, una de los lecciones más complejas para ellos resultó la de la competitividad. «Les pareció una idea especialmente extraña, casi incompatible asociada a la economía social. Costó inculcársela. Pero creo que ya tienen bastante claro en la cabeza que si no ganas, no puedes repartir». Barandiaran calcula que construir todo el engranaje económico que permita a estos excombatientes vivir ahora de la paz llevará unos cinco años.
Carlos Barandiaran
Miembro de LKS Next, la consultora del Grupo Mondragón, y coordinador del proyecto.
La misión
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Por encargo de la UE. La corporación vasca recibió el encargo de la UE, que sufragará el plan con 7,5 millones.
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6.000 son los puestos de trabajo que aspira a crear entre los excombatientes de las FARC.
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