El ertzaina y un empresario bilbaíno hacían de enlaces para una red que traía droga de Lisboa a la villa
Ambos han sido enviados a la cárcel al estar vinculados con un cargamento de 40 toneladas de carbón impregnado de cocaína procedente de Portugal
Un ertzaina de la comisaría de Balmaseda y un empresario bilbaíno dedicado a la compraventa de marisco, además de un ciudadano de origen argelino, han ... ingresado en prisión provisional tras ser detenidos en una macrooperación contra el tráfico de drogas en Medina del Campo (Valladolid), según ha podido saber este periódico en fuentes cercanas al caso. El veterano agente de la Ertzaintza pertenece a la décima promoción y el tratante de pescado tiene una empresa con sede en la calle Dos de Mayo de la capital vizcaína. Este hombre, de 51 años, fue detenido en 2012 con 15 kilos de cocaína en un aeropuerto sudamericano y permaneció durante once meses en una cárcel de ese continente, donde contrajo el dengue. A su llegada a Bilbao, denunció que había sido víctima de una red de extorsión y ofreció entrevistas a distintos medios de comunicación.
Las tres detenciones se practicaron el pasado jueves a primera hora de la mañana en la localidad vallisoletana cuando dos camiones procedentes de Lisboa y que tenían como destino final Bilbao eran descargados en una nave, que había sido alquilada para ser utilizada como depósito fiscal. Los dos vehículos transportaban 40 toneladas de carbón impregnado en cocaína. En cada uno de los transportes había 600 sacos de mineral mezclado con droga.
Líquido reactivo
Líquido reactivo
Por el momento, se desconoce el número exacto de kilos del alijo decomisado, ya que el carbón debe ser sometido a un proceso químico con un líquido reactivo para obtener la droga, aunque se especula que pudiera tratarse de una cantidad muy importante. El ertzaina realizaba labores de vigilancia de la droga. Los transportistas no están implicados en el delito, según confirmó ayer la Subdelegación del Gobierno en Castilla y León. Por el momento, la mercancía permanece custodiada en el polígono industrial situado en la calle Tejedores, en la entrada de Medina del Campo.
La operación ha sido desarrollada por la Policía Nacional portuguesa, en colaboración con la española. Tras recibir información sobre la entrega de la droga, las autoridades lusas pidieron la ayuda de la Fiscalía Antidroga española. En el operativo, en el que participaron más de un centenar de agentes, intervino la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional. La mercancía está siendo analizada por la Unidad Central de Estupefacientes de Madrid y sus homólogos en el País Vasco, Badajoz, Valladolid y Lisboa. Según fuentes de la investigación, «la detección de la droga está siendo complicada», pues está disuelta y mezclada con el mineral, lo que implica que «hay que ir analizando bola a bola de carbón». La investigación sigue abierta y sus ramificaciones podrían alcanzar a varios países cuando se descubra tanto el origen como el destino final de la droga.
Los detenidos fueron puestos el pasado sábado a disposición del juzgado de guardia, que ordenó su ingreso de manera preventiva en la prisión de Villanubla, en Valladolid.
Tras conocer la noticia de la detención del ertzaina, el Departamento de Seguridad aseguró que una vez se aclaren los motivos del arresto y se conozcan los detalles de la operación policial y judicial y confirme la participación del agente de la Ertzaintza, actuarán con la «máxima contundencia». En una nota de prensa, la consejería aseguró «desconocer los detalles del caso al estar bajo secreto de sumario». «Tanto el código deontológico de la Ertzaintza como su régimen disciplinario no toleran y son tajantes con respecto a ese tipo de conductas», aseguran.
No es esta la primera vez que un agente de la Policía vasca se ve involucrado en el tráfico de drogas. Hace doce años, en noviembre de 2008, un ertzaina de 36 años fue arrestado con dos kilos de 'coca' y 150.000 euros, acusado de ser el cabecilla de una banda de traficantes en Bizkaia. En 2006, la Guardia Civil detuvo por este mismo delito a otros dos agentes de la Policía vasca. Ocultaban 120 kilos de 'speed' y hachís en un club de alterne de Trapagaran y en sus domicilios.
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