El sellado de Zaldibar se retrasa 'sine die' por el proceso de liquidación de Verter
La gestora del vertedero incumple las condiciones del Gobierno vasco y sigue sin abonar los 29 millones que adeuda por la búsqueda de los cuerpos de las víctimas
Miguel Ángel Mata
Domingo, 7 de agosto 2022, 10:06
El vertedero de Zaldibar sigue como estaba a comienzos de año. El requerimiento que el Gobierno vasco hizo a comienzos de febrero a Verter Recycling, ... la empresa gestora, para que completara en seis meses el sellado provisional del depósito no se ha cumplido. Tampoco se ha llevado a efecto el abono de los 28,6 millones de euros que el Ejecutivo autónomo reclama a la compañía por las labores de estabilización del terreno y las de búsqueda de los cuerpos de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, los dos operarios que el 6 de febrero de 2020 fallecieron sepultados bajo los escombros en el mayor desastre medioambiental de la historia de Euskadi.
La liquidación de Verter explica el retraso. Los gestores dejaron de estar al frente de la firma cuando entró en concurso de acreedores. Desde febrero quedó en manos de un administrador concursal. Y éste, antes de tomar decisiones estratégicas, debe conocer y detallar la situación exacta de la empresa: activos, patrimonio, deudas... A partir, de ahí, en coordinación con el juzgado, haría frente a las obligaciones que la firma tenga pendientes (con Hacienda, la Seguridad Social, proveedores, trabajadores, etc.) en un orden de prioridades establecido por la ley.
La firma está en manos de un administrador, que debe informar al juez de la situación de la compañía
concurso de acreedores
Más de dos años de la tragedia
El proceso concursal, según ha sabido este periódico, avanza «a buen ritmo», pero está en una fase inicial que ha impedido cumplir con el requerimiento del Departamento de Medio Ambiente, que dirige Arantxa Tapia (PNV). Tanto en lo que concierne al proceso de sellado como a la devolución del dinero que tuvo que destinar el Gobierno vasco para buscar los cuerpos de los desaparecidos y evitar posibles nuevos desastres.
El requerimiento fue enviado a Verter la primera semana de febrero, en vísperas de que se cumplieran los dos años de la tragedia. Con él, el Ejecutivo de Urkullu confirmó la clausura definitiva del vertedero, mediante la modificación de la Autorización Ambiental Integrada concedida en su día para operar como receptor de desechos industriales. Quedaba así claro la imposibilidad de recibir más residuos en ese enclave, a pesar de que al vertedero aún le quedaba por rellenar, en el momento del accidente, un tercio de su capacidad.
La escombrera está sujeta por un cierre provisional y no hay aún fecha para su clausura definitiva
Sellado
Sin previsiones de nada
La comunicación también establecía un cronograma de actuaciones según el cual, en un plazo máximo de seis meses, Verter debía completar el sellado provisional del vaso de vertido original. Ese plazo acaba de vencer sin que se hayan llevado a cabo las actuaciones previstas, más allá de algunas operaciones básicas de mantenimiento.
Esa situación supone aplazar 'sine die' todo el proceso de sellado de la escombrera, sujeta ahora por el trabajo provisional de urgencia realizado con material arcilloso por el Gobierno vasco dentro de las actuaciones de emergencia que siguieron al deslizamiento.
Antes de proceder al sellado definitivo, primero hay que realizar un cierre provisional, que Medio Ambiente reclamaba en su resolución a Verter. Además, habrá que esperar a que el material se compacte y consolide y a que quede desgasificado de residuos orgánicos. Ese proceso, según fuentes conocedoras de la actividad, en una escombrera común con bajo contenido orgánico, puede llevar en torno a nueve meses. En el caso de Zaldibar, que era el mayor vertedero de Euskadi y donde se removieron 800.000 metros cúbicos de terreno en la búsqueda de los cuerpos de Sololuze y Beltrán, ese plazo puede ampliarse a un par de años.
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