«Hay más de 40 personas luchando contra la muerte porque alguien ha estado de copas o en una reunión familiar»

En un tono casi inédito desde que comenzó la pandemia, al menos por la contundencia del mensaje, la consejera ha insistido en la importancia de la «responsabilidad individual» para tratar de frenar la transmisión del virus. No obstante, ha señalado de forma directa a quienes eluden los cribados y persisten en «actividades de riesgo» o no se identifican como población vulnerable.

«Hay decenas de personas que han estado en zonas donde sabemos que ha habido una transmisión del virus, pero que están infectando a otras porque no hay forma de identificarlas», ha afirmado en relación a los últimos cribados, realizados en San Sebastián y Gernika. «Ya sé que lo más fácil es que te hagan una PCR, pero si resulta negativa y sigues reuniéndote con más de diez personas, sin distancia o mascarillas, en 48 horas cambiará», ha sentenciado.

Pero Murga no solo ha limitado su mensaje a quienes actúan de forma irresponsable o que vulneran las medidas de seguridad, sino que ha realizado una autocrítica desconocida hasta la fecha, que transmite ese punto de frustración ante el avance del Covid-19. «Quizá no soy capaz de transmitir a la población las medidas y las recomendaciones, o la severidad y repercusión que tiene y puede llegar a tener el avance de la epidemia en las próximas semanas. O que las más de 40 personas que tenemos en las UCIs luchando contra la muerte que están entre 40 y 60 años. Si no soy capaz de transmitirlo, lo siento», ha expresado la consejera.

En este sentido, Murga ha advertido de que pese al imparable avance del virus, el número de hospitalizaciones graves no es todavía comparable al de la fase más crítica de la primera ola, a mediados de marzo. Mientras que a día de hoy el ritmo de ingresos diarios en las UCIs se encuentra en torno a cinco pacientes, durante el momento más crítico de la primera ola se encontraba en 25-30 ingresos al día. La estancia actual, además, es ahora más breve, por lo que se contabilizan más altas.

A las puertas de un considerable crecimiento en la actividad y la movilidad por el regreso del periodo vacacional y la vuelta a clase, Murga ha advertido de que habrá más «momentos de riesgo» por la «mezcla de grupos» que se producirá en diferentes ámbitos. Es decir, con la mayor interacción a través del trabajo, y ya no solo por el ocio. Además, ha solicitado una reflexión por parte de la sociedad. «Que cada uno haga un análisis y vea en qué puede cambiar. Debemos salir y hacer vida, pero la responsabilidad está en la actitud de las personas. La playa, por ejemplo, no contagia, pero 15 personas tumbadas, sin mascarilla y con las cabezas próximas, son un foco de transmisión», ha subrayado la consejera.