El IMQ cerrará la clínica Virgen Blanca al trasladar sus servicios a Zorrozaurre
El proyecto, que no se hará realidad hasta dentro de tres años, contempla levantar una nueva planta con un total de seis quirófanos y 200 camas
silvia osorio
Jueves, 6 de mayo 2021, 14:49
La clínica Virgen Blanca pondrá fin a más de 50 años de historia. El centro privado, ubicado en el bilbaíno barrio de Begoña y gestionado ... por el Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) desde el año 2001, cesará su actividad después de que la aseguradora privada acometa la ampliación del hospital de Zorrozaurre, su buque insignia. El grupo anunció este jueves que «este verano» arrancarán las obras para levantar una nueva planta de 3.900 metros cuadrados, que incrementará tanto la oferta quirúrgica como la asistencial y posibilitará importantes trabajos de reordenación interna. A futuro, se contempla, además, la opción de completar esa oferta con la posibilidad de ocupar espacios generados por la expansión del área en esta zona emergente de la capital vizcaína.
Como consecuencia de esta operación, la clínica Virgen Blanca cerrará sus puertas una vez se complete el traslado e integración de los servicios y personas de la misma en las instalaciones de Zorrozaurre. Desde la compañía estiman que el proceso puede prolongarse durante «tres años». El centro sanitario privado de Begoña mantendrá, no obstante, «su calificación urbanística con servicios aún por determinar». Según explicaron desde la compañía, se estudiarán diferentes opciones para el futuro del inmueble, aunque todo apunta a que irán encaminadas a que se convierta en un centro dedicado «al ámbito sociosanitario y/o al asistencial ambulatorio».
La Virgen Blanca inició su actividad en 1969. El proyecto de construcción se llevó a cabo bajo la dirección del arquitecto Pascual Perea, y en un primer momento disponía de siete plantas y una bajo techado con 151 camas, cuatro quirófanos con sus servicios anexos y salas de radiología y laboratorio, además de las salas de partos y nidos.
En los años 80 se inició una profunda reforma de las habitaciones, dotándolas de los medios que la evolución de mercado demandaba, y en la siguiente década se llevó a cabo una nueva modernización por la evolución de la medicina y las técnicas de diagnóstico y quirúrgicas. Un proceso que maduró en 2008 con la inclusión pionera de la cirugía robótica.
Centralizar servicios
Tras la aprobación del proyecto por parte de todos sus órganos de gobierno, el IMQ da un paso más en su apuesta por centralizar sus servicios en la clínica de Zorrozaurre. Con estos trabajos de ampliación y remodelación, una vez se cuente con los pertinentes permisos, la clínica bilbaína dispondrá, entre otros servicios, de seis nuevos quirófanos, 200 camas más, una mayor dotación de unidades de recuperación y cuidados intensivos, ampliación de la unidad de urgencias y endoscopia digestiva, así como nuevas zonas destinadas al servicio de pacientes y profesionales sanitarios.
La decisión de poner en marcha este proyecto, que se lleva gestando varios años, ha tomado cuerpo tras disponer de la autorización otorgada por el Ayuntamiento de Bilbao en el marco de su Plan General de Ordenación Urbana. «El proyecto supondrá una importante apuesta económica por parte de Grupo IMQ acorde con sus capacidades financieras, pero sobre todo un ejercicio de planificación y colaboración para desarrollar los trabajos sin alterar el normal desarrollo de la actividad asistencial», afirmaron desde la aseguradora.
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